Historia de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Tintoque: Un legado de fe en Valle de Banderas (Parte II)

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Postal de Puerto Vallarta

El 31 de agosto de 1871, en el pintoresco lugar conocido como El Zapatón, se tomó una decisión que marcaría la historia de la comunidad. Se decidió erigir una nueva iglesia, pero para ello, era esencial obtener la aprobación de las autoridades del arzobispado de Guadalajara.

El 6 de septiembre de ese mismo año, llegó un oficio crucial de la Mitra de Guadalajara que autorizaba la construcción del nuevo templo y la casa cural en El Zapatón. El señor cura de San Sebastián del Oeste, don Ignacio Ramos, comunicó esta noticia a los señores Agustín Flores y Narciso Guevara, quienes se encargarían de llevar a cabo esta noble empresa.

La construcción de la iglesia

El 9 de abril de 1872, don José María Salazar Partida, párroco interino de San Sebastián, colocó solemnemente la primera piedra del nuevo edificio. Se invirtieron nueve años en su construcción, asegurando una sólida cimentación y robustas paredes capaces de resistir los embates de la naturaleza.

La supervisión de la edificación estuvo a cargo del señor cura don Juan de Landeros. Sin embargo, el 28 de julio, él anunció su retiro de la administración parroquial, pasando la responsabilidad a un nuevo encargado que debía administrar los recursos aportados por los fieles del Valle de Banderas.

En 1880, el párroco de San Sebastián del Oeste, el presbítero don José María Salazar Partida, recomendó que la edificación se realizara con la decencia y el adorno apropiados. Además, insistió en la provisión de vasos sagrados, ornamentos litúrgicos de calidad y seguras puertas y cerraduras.

La joya de esta iglesia es una imagen de la Virgen María, tallada en madera de huanacaxtle, que mide alrededor de 38 centímetros de altura. Su rostro presenta detalles finos, y en sus brazos sostiene al Niño Jesús y un cetro, recordando a los fieles que es la reina de su templo y parroquia. Su corona imperial con aureola metálica es un símbolo de su grandeza.

 

Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Tintoque

 

La festividad de la purificación de la Virgen de Tintoque

El 2 de febrero, en honor a esta imagen mariana, se celebra la festividad de la Purificación de la Santísima Virgen. Aunque la fecha exacta de esta tradición es desconocida, la historia oral de la región sugiere que la Virgen María estuvo en el pueblo de Tintoque, que hoy ya no existe.

El 22 de mayo de 1882, el recinto parroquial fue bendecido solemnemente y autorizado por la Mitra de Guadalajara en un acto litúrgico en el que participó el señor cura don Antonio Mercado, párroco de San Sebastián. Esto permitió la celebración del Santo Sacrificio de la Misa y la administración de los Santos Sacramentos a los fieles.

En 1974, la parroquia de Valle de Banderas se independizó de la parroquia de Puerto Vallarta. Esto marcó un nuevo capítulo en la historia de la comunidad, con el sacerdote Tomás Álvarez Espinoza como párroco. Desde entonces, el edificio ha experimentado modificaciones arquitectónicas, incluyendo la ampliación de la nave original y la renovación completa del altar mayor.

La Parroquia de Valle de Banderas es una joya arquitectónica y espiritual que ha resistido la prueba del tiempo, manteniendo su importancia como un lugar de devoción y comunidad para los fieles de la región. Su esbelta torre de estilo clásico y su rica historia son un testimonio de la fe que ha perdurado a lo largo de los años.

 

 

 

*Con información de Pedro López González

Autor

  • Danna Sabido

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