Un presidente que actúa como infractor reincidente
Los principios de neutralidad e imparcialidad que deben observar todas las autoridades han sido reiteradamente vulnerados por el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
El 30 de junio; el 13, el 20 y el 26 de julio, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE ordenó imponer medidas cautelares en contra del presidente, mismas que, invariablemente, han sido desobedecidas o “cumplidas bajo protesta” por parte del primer mandatario, quien como abogado chayotero, ha respondido con marrullerías a todas ellas, teniendo el descaro, en la última violación, de pedirle al INE “que no me vayan a sancionar, pero es muy importante que se sepa que no hay ningún fenómeno político que pueda implicar el que se frene, se detenga, sea derrotada la transformación”, refiriéndose al tema de Xóchitl Gálvez y mostrando una encuesta que da ventaja a su partido para las elecciones de 2024.
El presidente que juró cumplir y hacer cumplir la ley, es el que, un día sí y otro también, hace valer su dicho de “no me vengan con el cuento de que la Ley es la Ley.”
Desobediencia, desacato y prevaricato, parecen ser las figuras jurídicas preferidas por AMLO.