Consumir lácteos al estar enfermo de las vías respiratorias

Aunque la leche es uno de los alimentos más poderosos y con múltiples beneficios, existen muchos mitos sin fundamento contra sus propiedades, uno de ellos es que no se deben consumir lácteos si se está enfermo de las vías respiratorias, lo que es totalmente falso.

Esta creencia se basa en que supuestamente los lácteos incrementan la producción de mucosidades, situación que muchas personas rechazan, sin embargo, los mocos tienen un papel muy importante en la fisiología humana.

Las membranas mucosas protegen los tejidos de la irritación o daños en muchas partes del cuerpo, incluyendo la tráquea, los pulmones, el esófago y el estómago.

Sin embargo, una investigación en la década de los noventa, descubrió que casi dos tercios de las personas pensaban que si tomaban un solo vaso de leche comenzarían a sentir más mocos en la garganta y era mejor evitar este alimento.

Depende de cada organismo, igual que la lactosa inflama a quienes son intolerantes

Tras varios experimentos en Reino Unido y Australia, la ciencia demostró que todo depende de cada organismo, sin embargo, no hay ninguna evidencia contundente para afirmar que el consumo de leche provoca exceso de mucosidad.

Lo que sí descubrió la ciencia es que existe un proceso biológico llamado “floculación”, que provoca que al mezclarse la leche con la saliva, las personas tengan una sensación de mucosidad.

Esto sucede debido a que la leche es una emulsión, y tras mezclarse con saliva, las gotas se agrupan y hace pensar que se trata -equivocadamente- de mayor mucosidad.

Esto sucede dependiendo de cada organismo, algunas personas lo sienten pero otras no.

Así que ya lo sabes, si estás enfermo de gripe, puedes consumir libremente lácteos, como leche, helados o quesos.