Ponerse el huarache antes de espinarse

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El hecho de no querer entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico, en poder de México, pero ya Perú como el receptor en el siguiente período, López Obrador nos da mucho que pensar en nuestro cambio de presidente en el 2024, al perder su partido, con esta actitud de querer aferrarse al poder.

La decisión de no entregar a Perú la presidencia de esta Alianza es personal porque “decidió” que la presidenta entrante es espuria  y un gobierno así no puede tener esa presidencia.

Este es un atentado a los tratados internacionales, decidiendo no entregar ese mandato al país que lo corresponde, pretendiendo ser juez en lo sucedido en la destitución del expresidente Carrillo e instalarse como su defensor e interviniendo en problemas de un país ajeno, dando su veredicto intromisorio y fuera de lugar.

¿Podrá hacer algo similar cuando Morena pierda las elecciones? ¿Tendría el apoyo del ejército, aunque ya no fuera su jefe máximo por todas las prebendas dadas?

¿Se negará a entregar la banda tricolor cuando el Tribunal Electoral de su veredicto?

Consideramos que desde luego sí es posible, dadas las señales del presidente en turno por lo que pueden venir serios problemas al país ante esa posibilidad.

Puede negarse a entregar la banda, puede cancelar las elecciones, o inventar alguna truculencia con tal de no soltar el poder y entregarlo a la oposición.

El ejército tiene una historia de lealtad a la República, aunque no nos hemos visto en esta situación anteriormente, con este grado de descomposición.

Es increíble que, en lugar de hablar del progreso de México, estemos preocupados por las posibles acciones siniestras del gobierno federal ante la decisión por venir de la SCJN acerca del futuro del INE y sus consecuencias posteriores

Por eso, más vale “ponerse el huarache antes de espinarse”

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