Los Yankees rugen en el Bronx y frenan la barrida de los Blue Jays

Nueva York reaccionó con poder y temple para frenar el dominio canadiense; la serie se pone 2-1 y continuará mañana en Yankee Stadium
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Yankees vencen a los Blue Jays y mantienen viva la serie

El Bronx volvió a rugir.
Los Yankees no estaban listos para rendirse.
Con un relevo impecable y una ofensiva demoledora, frenaron el paso perfecto de los Blue Jays y ganaron 9-6 en un Yankee Stadium encendido.

El inicio fue un déjà vu de pesadilla.
Toronto abrió con fuerza, castigando temprano a Carlos Rodón con un jonrón de Vladimir Guerrero Jr. y una ofensiva de seis carreras en tres entradas.
Los canadienses olían a barrida.

Pero el relevo neoyorquino cambió la historia.
Fernando Cruz, Camilo Doval, Tim Hill y Devin Williams colgaron ceros y secaban la artillería visitante.
La pólvora azul se mojó en cuanto el bullpen del Bronx pisó la loma.

En la cuarta entrada, Aaron Judge encendió la mecha.
Con dos en base, mandó la pelota por el jardín izquierdo en un jonrón monumental que empató el juego 6-6.
El rugido fue atronador.
El Bronx recuperó el pulso.

El empuje continuó.
Jazz Chisholm Jr. abrió la quinta con cuadrangular solitario para voltear la pizarra.
Luego, los Yankees sumaron con dobletes de Cody Bellinger y un elevado de sacrificio de Ben Rice que puso el 9-6.
Era otro juego.

Hubo de todo, incluso un retraso en la cuarta entrada, cuando dos aficionados saltaron al campo y fueron arrestados sin consecuencias.
El espectáculo siguió y el público lo celebró con humor.

El cierre fue puro dramatismo.
Devin Williams entregó la pelota a David Bednar, quien retiró con autoridad la octava, y el noveno trajo la firma final.
George Springer cayó con ponche.
Nathan Lukes repitió el destino, sin siquiera girar el bat.
Y cuando Vladimir Guerrero Jr. buscó la épica con cuenta llena, José Caballero le robó un hit con un fildeo espectacular en tercera.
Una joya defensiva que selló la victoria.

Los Yankees evitaron la barrida, revivieron su ofensiva y se acercaron 2-1 en la serie.
El Bronx duerme en paz, pero no satisfecho: mañana habrá otro duelo en casa, y Nueva York promete más fuego.

Porque en el beisbol, como decía Yogi Berra, esto no se acaba hasta que se acaba.

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Hugo Lynn