Yankees vencen a Red Sox y fuerzan el decisivo en Nueva York

Nueva York resolvió con sangre fría un duelo cerrado y definirá mañana su pase en el juego decisivo del comodín ante Boston
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Yankees derrotan a Red Sox y empatan serie del comodín

La rivalidad más encendida del béisbol vivió otra jornada para la historia. Los Yankees derrotaron 4-3 a los Red Sox en el Yankee Stadium.

Con este resultado, Nueva York empató la serie del comodín y todo se definirá mañana en un tercer y último encuentro cargado de dramatismo.

Los Red Sox comenzaron titubeantes y los Yankees no perdonaron. En la primera entrada, Cody Bellinger abrió con sencillo y Ben Rice descargó un jonrón por el jardín derecho para colocar el 2-0.

Boston respondió en la tercera. Jarren Duran encendió la chispa con sencillo, Ceddanne Rafaela y Nick Sogard congestionaron las bases y Trevor Story pegó imparable al central. Entraron dos carreras que empataron el duelo 2-2.

Pero los Bombarderos del Bronx reaccionaron enseguida. En la quinta entrada, con Trent Grisham en circulación, Aaron Judge conectó sencillo productor al izquierdo. Nueva York retomó la ventaja 3-2 y desató la euforia en las gradas.

La tensión no bajó. Boston buscó la remontada con cambios estratégicos, incluidos relevos de Justin Slaten, Steven Matz y Garrett Whitlock. Sin embargo, la defensiva local se mantuvo firme en cada situación de peligro.

En la séptima entrada, Grisham volvió a emocionar a la afición con un doblete. Judge intentó extender la ventaja, pero se ponchó sin tirarle. La oportunidad se esfumó y el marcador permaneció 3-2.

El drama llegó en la octava. Ben Rice fue retirado con ponche y Stanton con rodado al campocorto. Jazz Chisholm Jr. obtuvo pasaporte y Austin Wells encendió la pizarra con sencillo al derecho para que Chisholm anotara la cuarta carrera.

Anthony Volpe y Ryan McMahon siguieron la amenaza con imparable y base por bolas. Con las bases llenas, Grisham bateó rodado a la intermedia que apagó la rebelión. Aun así, los Yankees ya tenían la ventaja 4-3.

Boston no se rindió. En la novena entrada, David Bednar cerró la puerta y los Yankees retiraron a los tres bateadores en fila. El rugido del Bronx celebró un triunfo que mantiene viva la esperanza.

Los Red Sox dejaron en claro que no regalarán nada. Pelean cada turno y cada lanzamiento. Pero Nueva York supo resistir la presión y empatar una serie que ya se volvió un clásico instantáneo.

Mañana se jugará todo en el mismo escenario: el ganador avanzará y el perdedor quedará eliminado. Un capítulo más de la eterna batalla entre Yankees y Red Sox está por escribirse.

En Nueva York, la tensión se respira en cada esquina. Los aficionados saben que el comodín se definirá en un solo partido. Yankee Stadium se alista para otra noche inolvidable.

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Hugo Lynn