¿Vivan los asesinos tabacaleros, pero nada de pena capital para los feminicidas y asesinos reincidentes?

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México R. Cervantes

Propongo tal epitafio para Obrador. ¿Y, por qué, sugiero semejante letrero al pie de la tumba, cuando deje este mundo el mandatario que en cinco meses más termina su gestión presidencial?

Mis lectores,  les relato  que AMLO,  hojeaba con interés mi libro titulado: 

“LA  REVOLUCIÓN  ANTITABÁQUICA”

Estábamos frente a frente, esperando ambos a un familiar en el Aeropuerto.

Era entonces solo Jefe del Gobierno de la Ciudad de México, y  la   primera respuesta espontánea que me dirige es,” sí, si lucharemos, y habrá  pronto una ley antitabáquica”. La cual solo resultó más un mecanismo tramposo, que dio amplia publicidad a las empresas tabacaleras, y un aliento a las mismas  para matar a placer. Proliferó y sigue proliferando el incremento de puntos de venta hasta móviles, y en cada esquina los automovilistas, son  acosados, desde  la misma ventanilla, por vendedores de cigarros, sin duda  hasta de contrabando.

También  agudos  lectores, en ese tiempo por  el   Canal Once del  Instituto Politécnico Nacional, a diario y repetidamente, se emitía un sensible mensaje de salud pública que alertaba contra el mortífero tabaquismo, indicando:

“EL TABACO MATA  A  SEIS MEXICANOS POR HORA”

 Era una gotita de prevención, comparada con  un gigantesco  sistema de las más inmensas cascadas de publicidad para el consumo del tabaco. Tanto por radio, TV. prensa, e impresos inductivos en todo espacio exterior e interior,  sin faltar en el propio aeropuerto, en  donde  me  encontré al  fallido mandatario. 

Un gran anuncio muy iluminado con el hombre: ¿MALBURRO?, aquel disfrazado de vaquerín gringo, que   acabaron con su vida con un fatal cáncer tabáquico; pero que en el aeropuerto Benito Juárez, tal anuncio  cubría todo un  muro, como  ejemplo del  poder sin límites de las  tabacaleras, para educar en la adicción tabáquica.

Y, si con esa cifra de seis ejecutados por hora, la multiplicásemos por la  24 hs. del día, nos darían, en aquel entonces, 144 víctimas. Las cuales, al año, daban 52,560. Más la educación adictiva invasiva mencionada anteriormente  en líneas arriba, han logrado que sean MÍNIMAMENTE: 10 por hora en la actualidad. Así, diariamente son 240 fumadores los ejecutados, y  al año, nada   más y   nada menos nos  resultan: 87 600. Otros reportes  científicos  superan  los CIEN MIL.

Pero para mayor claridad, recuérdese que Obama, como presidente también fallido, declaraba  que en  Droguilandia – EUA:  CADA   AÑO  más  de  450 mil  gringos, eran pasados por las armas de cancerígeno tabaco. Y, no  tienen  más de tres veces de población  que  en  México. Pero  si son más adictos, lamentablemente.

Por lo que con  una correlación estadística matemática, en nuestra nación se oculta reportar que los exterminados CADA año, son más de CIENTO CINCUENTA MIL.

Y, mientras Obrador, se pasó su sexenio encumbrando a los capitanes principalísimos del exterminio, uno como enlace con el empresariado y el otro con fama de ser el más rico de nuestro querido México, dándole  contratos  para redituables empresas de la construcción. Más, con el OCULTO HISTORIAL, de haber AGIGANTADO sus grandes fortunas con las fúnebres empresas de matanza  de los inducidos por todos los medios imaginables, para que  con  su propia mano  los consumidores, se apliquen el suicidio programado por la cortesía de OBRADOR, de seguir otorgando  A CAMBIO de impuesto al tabaco: LAS LICENCIAS PARA MATAR MASIVAMENTE.

 

NADA MÁS Y NADA MENOS: MIS ILUMINADOS LECTORES.

 

AT

 

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