Violentan al 74% de las mujeres en Jalisco

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Ruth Álvarez

Guadalajara, Jal.- No sólo ha sido física, sino emocional e incluso económicamente. En Jalisco 2. 2 millones, o sea el 74.1 por ciento, de las 3 millones de mujeres jaliscienses, de 15 años en adelante han sufrido algún tipo de violencia, señaló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el órgano resaltó que las féminas también han tenido que enfrentar actos que las laceran tanto en el nivel patrimonial como en el laboral.

Entre los agresores que identificó se encuentran: la pareja, el esposo o novio, los familiares, compañeros de escuela o del trabajo, autoridades escolares o laborales e incluso mencionó que los propios amigos de las mujeres, los vecinos o personas que recientemente conocieron y propios extraños que en ocasiones las han violentado.

Es así que en Jalisco el 47.4 por ciento ha recibido ataques por parte de su cónyuge o su pareja actual.

El Inegi enfatizó que este tipo de situación suele presentarse más en todas aquellas mujeres que decidieron casarse antes de alcanzar la mayoría de edad, lo que representaba el 55.9 por ciento.

En cambio, en las que contrajeron nupcias de los 25 años en adelante, se da en un 40 por ciento.

El año pasado en el Estado se registraron 284 homicidios de mujeres, la cifra más alta que alcanzó la entidad desde 1990.

Y además Jalisco a nivel nacional ocupa el tercer lugar por ser considerado una de las entidades con el mayor número de casos de mujeres que han padecido violencia. En primer lugar se encuentra el Estado de México y en segundo la Ciudad de México.

Otras de las desventajas del sexo femenino, de acuerdo con los estudios del Inegi, es que no todas tienen una igualdad de oportunidades, pues el 5. 5 por ciento de las féminas no han podido ingresar a una institución escolar para estudiar.

El Inegi enfatizó que el ambiente de desarrollo de las mujeres es determinante para que ellas puedan acceder tanto a opciones educativas como laborales.

La población de localidades rurales y que hablan una lengua indígena o que han nacido en un hogar de procedencia indígena, poseen mayor desigualdad a las que residen en lugares urbanos.

Destacó que los patrones culturales de género, las condiciones socioeconómicas de las familias, las edades de las mujeres y el territorio en el que se desenvuelven son otros de los factores que determinan su desarrollo así como sus progresos académicos y económicos.