Viene el 2 de junio

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Para la ahora oposición, hay luces de alerta:

El PRI no sólo perdió la presidencia, apenas en julio pasado.  Las secuelas hacen la herida electoral de mayor preocupación a la propia cúpula priista que con Enrique Peña Nieto consideraron que el tiempo lo volvían a tener en el bolsillo. Pero siguieron con lo mismo, la corrupción y la impunidad tuvieron un reinado sexenal más. Aquí mismo en Los Cabos, Peña Nieto no sólo conservaría los monumentos a la corrupción e impunidad que dejara Felipe Calderón, con vidas traicionadas aplastándoles los sueños a las familias obreras por una vivienda digna y segura y despojándoles de los créditos del Infonavit, la institución federal de promoción a la vivienda de los trabajadores, a la que, aquí, en Los Cabos, se le despojó, a la par, del corazón.

No, el PRI no se dio cuenta que la bolsa a donde metía el tiempo de nueva tenía un hoyo. Pronto caería la nueva generación del poder, gobernadores viendo por si y robando para sí, mientras las propuestas de seguridad se hundían en la barbarie, a tal punto que policías llegan a entregar a jóvenes a sicarios (Veracruz). Lo de Nayarit (Fiscal narco y ex gobernador sujeto a investigaciones) sería un agregado más a una descomposición del poder. Panorama absurdo para retener más sexenios presidenciales. El tiempo se iría con las urnas del uno de julio del 2018. Ahora, las secuelas son de tal impacto que el PRI pone la atención para no perder el registro electoral local en los comicios que se llevarán a cabo en el vecino estado de Baja California.

Viene el 2 de junio, y dos gubernaturas estarán en juego. También, 60 Ayuntamientos y 60 diputaciones locales.

De los seis estados, en donde se pondrá a prueba la nueva y principal fuerza partidista Morena, cobra atención lo que pasará en Puebla con las elecciones extraordinarias, luego de la muerte de la gobernadora poblana, Martha Érika Alonso (PAN)  y de su esposo el ex gobernador Rafael Moreno Valle (PAN), tras la caída del helicóptero en el que viajaban.

Viene el 2 de junio, ¿asomarán, finalmente, las alamedas de la democracia? La duda podría ofender, pero los juegos del poder, sea del color que sea, no alimentan certeza. En el mismo partido de Morena se ha llegado advertir de la llegada de advenedizos, paleros y sanguijuegas a las filas morenistas. Y con los mismos que han lastimado a generaciones enteras y agraviado a la democracia, se corre, al tiempo, el riesgo de ir a la mismo.  Se trata de embozados por el poder. Y de estos embozados, la alerta ha salido de propias voces morenistas.

Viene el 2 de junio.

 

Aguascalientes:

–11 Ayuntamientos.

 

Baja California:

–Gubernatura

–17 diputaciones locales de Mayoría Relativa.

–8 diputaciones locales de Representación Proporcional.

–5 Ayuntamientos.

 

Durango

–39 Ayuntamientos

 

Quintana Roo:

–15 diputaciones locales de Mayoría Relativa.

–10 diputaciones locales de Representación Proporcional.

 

Tamaulipas:

–22 diputaciones locales de Mayoría relativa.

–14 diputaciones locales de Representación Proporcional.

 

Puebla, elección extraordinaria:

–Gubernatura.

–5 Ayuntamientos.

 

Viene el 2 de junio, de nuevo las urnas a la acogida de esperanza en estas comunidades. Baja California Sur espera turno para el 2021, unos se adelantaron en los comicios federales y locales del uno de julio. Pero no pasaron la aduana del 2018. Se quedaron en el camino.

Ya se agitan, si, aguas políticas sudcalifornianas. Morena ha tenido un mal estreno con las crisis que se repiten en el Congreso –ya salieron con una iniciativa, otra vez sin consultar a nadie,  de usar agua reciclada en hogares, en contraste con el severo rezago de infraestructura de tratamiento–, y hay grupos que ya han evidenciado choques.

Viene el 2 de junio. Que no sea un fiasco.