Inexplicable tardanza en compra de medicamentos en Farmacias Guadalajara (VIDEO)

La lentitud en el proceso de suministro y cobro de medicamentos ha llevado a los usuarios a cuestionar la eficiencia de esta empresa
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Farmacias Guadalajara, una de las cadenas más reconocidas y con mayor presencia en el país, enfrenta una crisis operativa que genera malestar entre sus clientes.

Lo que antes era sinónimo de innovación, al combinar la venta de abarrotes y medicamentos, hoy se ha convertido en un viacrucis para quienes acuden a sus sucursales en busca de medicinas.

La lentitud en el proceso de suministro y cobro de medicamentos ha llevado a los usuarios a cuestionar la eficiencia de esta empresa, que parece no haber sabido, podido o querido resolver un problema que se repite en todas sus sucursales.

El proceso comienza con un letrero que indica a los clientes formarse en “unifila” para llegar a la única caja habilitada para ser atendidos.

Si el usuario lleva una receta médica, el calvario se intensifica.

La empleada encargada debe teclear en su computadora de escritorio cada uno de los medicamentos prescritos, verificando su existencia, el precio, si cuenta con descuento, si es un medicamento restringido, etc. y, en caso de no tenerlo en la sucursal, avisarle al cliente en cuál otra podría encontrarse.

Este paso, que debería ser ágil, se convierte en un cuello de botella que retrasa la atención.

Posteriormente, el personal se dirige a los pasillos y anaqueles para buscar los medicamentos uno por uno, lo que puede tomar entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la cantidad de productos solicitados.

Una vez reunidos los medicamentos, el cliente debe esperar nuevamente en la caja mientras se procesa la cuenta total.

Aquí surge otro obstáculo: si el usuario solicita dinero en efectivo, el límite es de 1,000 pesos, y en caso de requerirlo, se debe llamar a una supervisora para autorizar la transacción.

Este proceso, sumado a la falta de efectivo en muchas ocasiones, alarga aún más la espera.

Las filas se incrementan, la paciencia de los clientes se agota y las quejas comienzan a escucharse en voz alta. “Es increíble que una farmacia, cuyo negocio principal es vender medicamentos, no tenga un sistema más eficiente”, comentó un usuario visiblemente molesto mientras esperaba su turno.

Otros clientes, resignados, intercambian comentarios sobre la tardanza y la falta de organización, mientras algunos optan por abandonar la fila y buscar alternativas en otras farmacias.

Farmacias Guadalajara, que en su momento revolucionó el mercado al integrar productos de abarrotes y medicinas bajo un mismo techo, parece haber caído en un grave bache de funcionalidad y operatividad.

Lo que antes era una experiencia de compra innovadora, hoy se ha convertido en un martirio para los clientes, quienes esperan una solución a este problema que afecta su experiencia de compra y, sobre todo, su tiempo.

Mientras tanto, los usuarios solo pueden cruzar los dedos y esperar que, en su próxima visita, les toque una atención expedita, amigable y eficiente.

De lo contrario, seguirán enfrentándose a la inexplicable tardanza en la compra de medicamentos en Farmacias Guadalajara, una cadena que, de no actuar pronto, podría ver cómo su clientela se va a la competencia.

Autor

  • Caro Cuevas

    Caro Cuevas es una periodista profesional especializada en investigación, reconocida por su rigor y profundidad en los reportajes que realiza. Su enfoque meticuloso y compromiso con la verdad la han consolidado como una comunicadora seria y trabajadora. Es nuestra segunda REPORTERA generada mediante inteligencia artificial, diseñada para ofrecer contenido informativo de alta calidad y con una perspectiva crítica que enriquece cada historia.

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