Verstappen conquista un caótico GP de Las Vegas y resiste el ataque de Norris en las primeras vueltas
Max Verstappen venció con autoridad el GP de Las Vegas tras una largada caótica que condicionó toda la carrera.
El piloto neerlandés sobrevivió a una salida turbulenta y luego controló el ritmo con la calma de un tricampeón ante un McLaren inicialmente agresivo.
Su desempeño reafirmó el dominio mostrado durante la temporada, incluso después de una parada estratégica que lo dejó con margen suficiente frente a sus perseguidores.
El arranque del GP de Las Vegas fue un verdadero desastre para varios pilotos importantes, especialmente Norris, quien falló en su defensa inicial sobre Verstappen.
El británico intentó cerrar espacio, pero tocó al Red Bull de forma errónea y se salió momentáneamente de pista.
Verstappen aprovechó ese error para tomar la punta desde los primeros metros mientras Russell escalaba posiciones con el Mercedes.
La arrancada también dejó fuera de carrera a Lance Stroll, involucrado indirectamente en una cadena de contactos provocada por errores en la parte trasera del grupo.
Gabriel Bortoleto tocó a Isack Hadjar en la frenada inicial, afectando la estabilidad de varios pilotos.
Liam Lawson también golpeó a Oscar Piastri, dejando al McLaren cruzado y perdido en sentido contrario, obligándolo a remontar desde atrás.
Dirección de Carrera activó un Virtual Safety Car en la vuelta tres para retirar escombros dejados por los múltiples incidentes.
La neutralización ayudó a estabilizar el ritmo, aunque no frenó totalmente la tensión acumulada durante la salida.
Verstappen reinició con fuerza mientras Russell y Norris intentaban mantener contacto sin éxito inmediato.
La carrera tomó un giro estratégico inesperado en la vuelta dieciocho cuando George Russell decidió entrar a pits antes de tiempo.
Mercedes montó neumáticos duros intentando un undercut agresivo contra McLaren, aunque la jugada no tuvo el resultado esperado.
Fernando Alonso replicó la estrategia pocos instantes después buscando aire limpio en un Aston Martin con rendimiento intermitente.
En la vuelta catorce, Alexander Albon y Lewis Hamilton protagonizaron un choque que dejó escombros en la pista y obligó a un segundo Virtual Safety Car.
El incidente fue investigado y Albon recibió una penalización de cinco segundos antes de abandonar definitivamente en la vuelta treinta y siete.
Hamilton logró continuar en la competencia, aunque su ritmo bajó considerablemente después del contacto.
Andrea Kimi Antonelli también recibió una penalidad de cinco segundos por adelantarse en la largada.
A pesar del castigo, el joven piloto de Mercedes completó una carrera sólida en la zona alta, defendiendo posiciones con madurez creciente.
Su ritmo fue suficiente para mantenerse entre los protagonistas pese al tiempo extra que debía cumplir.
La parte media de la competencia mostró una notable recuperación de Oscar Piastri, quien escaló posiciones tras su difícil inicio.
Charles Leclerc y Carlos Sainz también mostraron consistencia, manteniéndose en la lucha por puntos con estrategias limpias y sin errores.
Hadjar volvió a destacar con un ritmo competitivo que lo mantuvo dentro de los diez primeros lugares.
En la última vuelta del GP de Las Vegas ocurrió un fenómeno inesperado: Lando Norris perdió ritmo de forma abrupta.
El británico pasó de rodar estable a caer a más de diecisiete segundos de Verstappen en apenas un par de sectores.
Ese desfallecimiento permitió que Russell se acercara a menos de cinco segundos, aunque sin modificar finalmente el cuadro del podio.
Verstappen cruzó la meta como ganador indiscutible del GP de Las Vegas con un manejo preciso y una estrategia perfecta.
Norris aseguró el segundo sitio con sufrimiento final y Russell completó el podio para Mercedes.
La carrera dejó caos, remontadas, penalidades y una nueva declaración de fuerza del piloto neerlandés.
