¡Vaya tortura la de Alejandro Encinas!
Y con el Presidente clerical, ni puede atreverse a mencionar la abundante historia de hostilidad y animadversión de la iglesia católica hacia las escuelas normalistas que han alimentado un enfrentamiento entre la educación religiosa y la educación para pensar con normalidad, sin fantasías de dominación mental, como es el fundamento curricular del estudio en las escuelas normales.
Hace unas horas, nos brinda Alejandro, un monótono informe que repite que en la administración de Peña Nieto, partió la orden de la desaparición de los estudiantes normalistas. Pero el tal P. Nieto, es un protegido de Obrador. El cual acaba de mencionar que lo invita a una foto colectiva, con los espurios expresidentes, que le antecedieron.
Mas, el economista A. Encinas, es masoquista extremo. Prefiere sufrir, con tal de figurar con el muy acomodaticio, encubridor y contradictorio mandatario actual.
Seguramente si los estudiantes hubiesen sido de la Universidad Pontificia, o de la jesuita Universidad Iberoamericana, o de la Universidad La Salle, podrían hacer sus manifestaciones, sin ser producto de una indiferencia total en el valor de sus vidas.
Educar hasta para formar un ejército para desorejar a los maestros, es un capítulo de dominación de la religión católica, tendiente a imponerse contra una educación libre.
Así ha sido en la historia, tanto en México, como en la zona de su influencia.
Demostrar su musculatura, originó la llamada GUERRA CRISTERA: (1926-1929 ).
Nada más y nada menos.