Vandalizan el mirador Faro del Cerro

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El mirador de El Faro, en pleno corazón de la ciudad, ha sido vandalizado y se ha convertido en punto de reunión para adictos, pese a ubicarse a cuatro cuadras de la presidencia municipal, y a espaldas de la emblemática parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.

Sobre la calle Matamoros se encuentra este monumento urbano, es la histórica primera baliza que guiaba las embarcaciones en la primera mitad del siglo pasado, cuando atracaban frente al malecón. 

Al quedar en desuso estuvo abandonado por décadas, hasta que fue rescatado y remozado en 1996 y más recientemente le acondicionaron escaleras, bancas e iluminación escénica, para convertirse en un atractivo turístico. 

DEJAN LATAS DE CERVEZA, COLILLAS DE CIGARROS Y CONDONES

Los vecinos del lugar se encuentran preocupados, por el incremento de vandalismo en el sitio, sobre todo en las noches, amanecen ahí tiradas las latas y botellas de cerveza, colillas de cigarros, condones y hasta ropa íntima.

Erika Peña Bobadilla y su familia siempre han vivido a un costado, le ha tocado ver la transformación del Faro, destacó su valor histórico y lamenta la falta de seguridad.

“Estamos padeciendo lo que es la inseguridad, aquí vienen muchachos y parejas, se ve todo tipo de travesuras, desde drogadicción, hacen fiestas, hasta relaciones sexuales, aquí se ven tirados preservativos, envases de cervezas”, se quejó.

PIDEN MÁS VIGILANCIA

También señaló la incomodidad del humo, olores a mariguana y solvente, que llegan hasta su vivienda. Además del peligro, pues ya se han metido a robar en dos ocasiones a la casa de su hermano.

Incluso ya se robaron la placa de bronce conmemorativa, algunos ahí pasan temporadas durmiendo, han grafiteado sus paredes, secado los jardines, por lo que piden apoyo de las autoridades que patrulle más la policía, y deje ser nido de indigentes y malvivientes. 

Reconoce que si suben los elementos policiacos, pero es insuficiente.

“En la tarde vienen, están un ratito, pero ya después se olvidan, no vuelven, pasan una o dos semanas hasta que les volvemos a hablar”, y solicitó estén más atentos.

Otro problema es la autorización de construcciones alrededor, afectando la imagen visual, como sucede actualmente con una obra casi enfrente, que ya obstaculiza la panorámica del mirador hacia la cúpula y torre de Guadalupe.

Miguel González Guerra