Vacuna china COVID-19 llega a Brasil para pruebas en voluntarios

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Miles de dosis de la vacuna contra el COVID-19 producida por el laboratorio chino Sinovac Biotech llegaron la madrugada a Brasil, y el 21 de julio empezarán los test en voluntarios brasileños, según explicaron los responsables del Instituto Butantan, el centro de investigación que coordinará las pruebas.

“A partir de mañana, los investigadores del Hospital de las Clínicas [de Sao Paulo] analizarán a los voluntarios en consultas cada dos semanas; la estimativa es concluir todo el estudio de la fase tres de los tests de la ‘Coronovac’ en 90 días”, afirmó en rueda de prensa el presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas.

Las primeras 20.000 dosis producidas por Sinovac Biotech llegaron al aeropuerto internacional de Guarulhos (Sao Paulo) la madrugada de este 20 de julio, dos días después de la fecha prevista inicialmente.

El presidente del Instituto Butantan confesó estar emocionado y en un momento “superlativo” de su vida, y aseguró que, del 1 al 10, su optimismo con esta vacuna es “once”.

“Brasil está en una posición de expectativa no sólo para los brasileños, sino para el mundo; podemos tener aquí en Brasil la primera vacuna en usarse de forma masiva”, explicó.

Según Covas, uno de los motivos que invitan al optimismo es que esta vacuna usa una tecnología ya conocida y utilizada por el Butantan en otras vacunas, lo que le da una especie de “ventaja competitiva”.

El acuerdo con el laboratorio chino prevé que, si la vacuna es eficaz, Brasil reciba 60 millones de dosis fabricada en China para su distribución en el país.

Además, el propio Butantan recibirá la transferencia de tecnología necesaria para producir la vacuna en suelo brasileño; la capacidad estimada es de 100 millones de dosis.

En paralelo a esta vacuna china, Brasil también participa en los test de otra de las vacunas contra el COVID-19 más avanzadas en el mundo, la desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio Astrazeneca.

En ese caso, la investigación es coordinada en Brasil por la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro se encargaría de producir las vacunas.