Una luchadora desde el papel Irma Pineda

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Yanireth Israde Ciudad de México.- La poeta en lengua zapoteca Irma Pineda tenía 3 años, casi 4, cuando desapareció su padre. Lo capturaron militares en el Centro de Juchitán la mañana del 11 de julio de 1978. Y aún no lo encuentran. Fue la primera vez que convirtió el silencio en refugio, recuerda la juchiteca de 44 años. “Tengo muy pocos recuerdos de mi padre, porque no estábamos con él en ese momento; estábamos en la casa. Él había ido al Centro, donde fue su detención-desaparición. Tuvieron que pasar muchos años para que entendiéramos el concepto de desaparición forzada y la violencia que ejerce el Estado contra la población indígena cuando se atreve a levantarse”, dice la también profesora una mañana en la Ciudad de México, desde donde el trayecto de su memoria traza rutas cardinales, como las que sugieren los bordados de su atuendo rosa y ocre.