Un Día del Charro sin celebración ni desfile
El 14 de septiembre es el Día del Charro, pero en esta ocasión por la pandemia no hubo el acostumbrado desfile por el centro y malecón de Puerto Vallarta, que concluía en una gran comida, informó Ramón Mauricio Ibarría Nolasco, delegado en la Costa Norte de Jalisco de la Federación Mexicana de Charrería.
Esta es la segunda vez que no se celebra en el municipio el Día del deporte nacional, recordó que en el 2004 los suspendieron por una fuerte tormenta tropical, con ráfaga de vientos, ahora por el coronavirus.
Asistieron a Guadalajara un día antes, a un simbólico acto por el centenario de los Charros de Jalisco, la organización fue por la Unión de Asociaciones en el estado, que preside Salvador Barajas del Toro.
UN DEPORTE CARO, PERO DE GRAN ORGULLO NACIONAL
“Normalmente participamos en el desfile cívico, por la ciudad de Puerto Vallarta hasta la delegación de El Pitillal, posteriormente nos reunimos a celebrar con una comidita, santa misa y un convivio, el clima de lluvia no nos da chanza de charreadas”, señaló.
Sin embargo, agradeció la dicha y honor de ser charro, símbolo nacional, de ser esa parte del pasado que regresa cada que calza un par de botines, se cala el sombrero, abotona sus chaparreras, amarra un pial o tira uno cola.
Al preguntarle ¿es un deporte caro?, respondió:
“Algo, pero no mucho la verdad, es de acuerdo a la situación de cada uno se participa, para ir escalando poco a poco”.
Explicó es un deporte amplio, que abarca cultura y tradición, cada día con generaciones mas preparadas en sus fuertes; cala de caballo, piales en el lienzo, coleadero, jineteo de toro y yegua, terna en el ruedo, manganas a pie o a caballo y el paso de la muerte.
RECONOCIDA POR LA UNESCO, EN VALLARTA HAY 5 ASOCIACIONES
La charrería data de la época colonial, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En Puerto Vallarta hay una gran tradición, incluso Mauricio desciende de campeones nacionales del deporte más mexicano y ya inculca a sus hijos su práctica, pues dijo es un orgullo y un gusto.
En el municipio existen cinco asociaciones y una escaramuza charra: Hacienda Serena, Charros de Puerto Vallarta, La Herradura de El Pitillal, Par de Ases y Carnicería Ibarría.
Son aproximadamente 90 los charros registrados, pero en los desfiles se les unen otras personas que les gusta montar, por lo que se pueden ver hasta 170 jinetes en las coloridas columnas.
SER CHARRO ES MÁS QUE UNA MODA O UN DISFRAZ
Ser charro es más que una moda o un día, no es un disfraz ni un traje de artista, es presente de un pasado glorioso, es una gran responsabilidad y un estilo de vida, porque no basta con saber montar o realizar una suerte, un charro debe tener palabra, honestidad, amor por la tierra y el caballo.
En esta atípica conmemoración, se puso el traje charro solo para nuestra cámara, y añoró la convivencia con sus compañeros:
”Extraña uno la camaradería, el desfile, la gente que sale a vernos desfilar, incluso turistas extranjeros venían a ver esta celebración, porque somos el único puerto en México que tiene charrería”, ponderó.
