UE cambia de parecer sobre exportación de vacunas tras protesta
Bruselas renunció a incluir a Irlanda del Norte en el mecanismo de control de exportación de vacunas anunciado este viernes, después de que el Reino Unido le reprochara que comprometía los acuerdos del Brexit referentes a la isla de Irlanda.
“Como parte de la conclusión de esta medida, la Comisión se asegurará de que el protocolo Irlanda/Irlanda del Norte no se vea afectado”, escribió el Ejecutivo europeo en un comunicado.
Al contrario de lo barajado inicialmente, la Comisión “no activa la cláusula de salvaguardia”, que le habría permitido derogar excepcionalmente, para las vacunas, este protocolo destinado a evitar el restablecimiento de una frontera y controles aduaneros entre Irlanda, miembro de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte. El objetivo es mantener la paz en la isla.
Durante una conversación por la noche con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro británico, Boris Johnson, expresó su “grave preocupación” por las intenciones de la UE.
Ante el retraso en las entregas de la vacuna del laboratorio AstraZeneca, la UE ha establecido un mecanismo para controlar los envíos fuera de la UE de las vacunas anticovid producidas en su territorio y prohibir las exportaciones no “legítimas”.
El texto adoptado el viernes por los europeos prevé que se considere a Irlanda del Norte como un territorio de exportación cuando se trate de las vacunas, lo que va en contra del protocolo norirlandés concluido como parte del Brexit.
La UE invocó un artículo que le permitía tomar algunas medidas excepcionales si la aplicación de este protocolo “conlleva graves dificultades económicas, sociales o medioambientales”.
Este texto irritó tanto a las autoridades de Irlanda del Norte -cuya primera ministra Arlene Foster lo calificó de “acto hostil increíble”- como al gobierno de la República de Irlanda, miembro de la UE.
Aunque finalmente renuncia a usar el artículo, la Comisión insiste en que “considerará utilizar todos los instrumentos a su disposición” si “se abusara de los tránsitos de vacunas y sustancias activas hacia terceros países para eludir los efectos del sistema de autorización”.
El primer ministro irlandés Micheal Martin, quien se había declarado preocupado, lo tildó de “hecho positivo”.
“El Reino Unido tiene acuerdos legalmente vinculantes con los proveedores de vacunas y no espera que la UE, como amiga y aliada, haga algo para afectar a la aplicación de estos contratos”, declaró un portavoz de Boris Johnson.
El Reino Unido importa las vacunas anticovid de Pfizer y BioNTech desde una fábrica en Bélgica.
La UE pidió, por otro lado, al laboratorio AstraZeneca que recurra a la producción de las fábricas situadas en el Reino Unido para suministrar las dosis prometidas a los 27.
Esto podría afectar al programa de vacunación de las autoridades británicas que han autorizado esta vacuna desde hace semanas. El regulador europeo dio luz verde este viernes.