Lodo, escombros y frío extremo: La tregua en Gaza agrava la crisis humanitaria

A más de 60 días del alto el fuego, tormentas, colapsos de edificios y escasez de ayuda mantienen a millones de palestinos atrapados entre escombros, lodo y un invierno letal.
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Gaza crisis humanitaria

Han pasado más de dos meses desde que se declaró el alto el fuego en la Franja de Gaza, pero para la mayoría de sus habitantes la normalidad sigue siendo inalcanzable y frágil.

Cerca de dos millones de palestinos permanecen hacinados en un territorio controlado por fuerzas israelíes, obligados a refugiarse del invierno en edificios dañados o tiendas improvisadas.

Las recientes lluvias torrenciales evidenciaron que ninguna de estas alternativas ofrece seguridad, al provocar derrumbes de estructuras debilitadas y la inundación de campamentos levantados entre ruinas.

Colchones, cobijas y pertenencias quedaron convertidos en una masa de lodo persistente, agravando las condiciones insalubres que desde hace meses golpean a la población gazatí.

Invierno letal y colapsos mortales durante la tregua

Miles de desplazados continúan viviendo en zonas superpobladas, expuestas a crecidas repentinas del agua y al colapso de construcciones afectadas previamente por los bombardeos israelíes.

El viernes pasado colapsaron 12 edificios dañados por ataques anteriores, dejando un saldo de 14 personas muertas, informaron autoridades locales de la Franja de Gaza.

Otras doce personas permanecen desaparecidas, mientras los equipos de rescate retomaron labores el fin de semana tras suspenderlas por varias horas debido a las fuertes tormentas.

Este lunes, la gobernación gazatí confirmó el derrumbe de otro edificio por las lluvias, reiterando los riesgos constantes para miles de civiles durante la frágil tregua.

“La tormenta destruyó edificios ya dañados y mató a muchas personas; incluso un niño murió de frío y numerosas tiendas se inundaron durante la noche”, relató Caroline Seguin, de MSF.

Médicos Sin Fronteras informó que muchas familias quedaron sin ropa ni camas tras la inundación de tiendas, y advirtió que el invierno preocupa más que los bombardeos actuales.

Tormenta Byron agrava la emergencia humanitaria

La tormenta Byron, que antes causó inundaciones en Grecia y Chipre, afectó a más de un tercio de los 2.1 millones de habitantes de Gaza, según la OIM.

Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil, alertó que sin protección inmediata habrá más víctimas, incluidos niños y mujeres, atrapados en edificios colapsados por las lluvias.

Basal pidió a la comunidad internacional el envío urgente de casas móviles y caravanas para alojar a los palestinos desplazados por la guerra y el clima extremo.

Desde la entrada en vigor del alto el fuego, Israel permitió el ingreso de ayuda humanitaria, aunque muy por debajo del flujo de camiones previo al conflicto.

Organizaciones humanitarias exigieron aumentar el ingreso de asistencia y permitir la evacuación urgente de más de 16 mil personas que requieren tratamiento médico inmediato.

Tregua frágil, ataques y negociaciones estancadas

La primera fase de la tregua ya superó los 60 días, mientras continúan negociaciones entre Estados Unidos, Israel, Hamas y gobiernos mediadores para una segunda etapa.

Esa fase contempla una mayor retirada israelí y un posible desarme de militantes palestinos, aunque el proceso sigue marcado por desconfianza y tensiones constantes.

Durante el fin de semana, Hamas confirmó la muerte de un alto comandante en un ataque israelí, pese a la tregua vigente en el enclave.

Según el gobierno gazatí, Israel realizó 800 ataques desde el alto el fuego, provocando al menos 400 muertos, lo que evidencia la fragilidad del acuerdo.

La crisis humanitaria se agravó con la llegada de una tormenta invernal que expuso a miles de familias a frío extremo, lluvias intensas y vientos gélidos.

Philippe Lazzarini, comisionado de UNRWA, denunció que la población “se está muriendo de frío”, atrapada entre escombros y sin infraestructura ni refugios adecuados.

Rescates imposibles y muertes invisibles bajo los escombros

Las lluvias recientes causaron nuevos derrumbes en edificios dañados desde 2023, complicando rescates y obligando a equipos de emergencia a trabajar contrarreloj.

Al menos 20 cuerpos fueron recuperados en los últimos días, muchos de personas fallecidas por exposición al frío o sepultadas tras colapsos estructurales.

Los rescatistas operan con herramientas rudimentarias, luego de que gran parte del equipo de emergencia fuera destruido durante la ofensiva israelí, según protección civil.

La falta de maquinaria pesada, combustible y recursos médicos convierte cada rescate en una tarea casi imposible para los equipos que trabajan entre escombros inestables.

En el barrio de Al Rimal, rescatistas hallaron restos humanos en la vivienda de la familia Salem, destruida en ataques que dejaron un centenar de muertos.

Con cada lluvia, el terreno se ablanda y los escombros ceden, revelando cuerpos que nunca pudieron ser recuperados tras los bombardeos.

Para miles de desplazados, el frío se convirtió en un enemigo tan letal como las bombas, al sobrevivir en tiendas sin calefacción ni ropa adecuada.

UNRWA advirtió que niños, ancianos y enfermos enfrentan mayor riesgo de hipotermia e infecciones respiratorias ante la insuficiencia de suministros humanitarios.

La tormenta expone el colapso del sistema de protección civil y sanitario, donde cada noche de frío extremo incrementa muertes silenciosas y fuera del foco mediático.

Tensiones regionales y presión internacional

Mientras Gaza enfrenta esta emergencia, surgen tensiones paralelas en Jerusalén ocupada por planes israelíes para construir cerca de nueve mil viviendas.

Autoridades palestinas denunciaron que el proyecto aislaría aún más a comunidades del norte de Jerusalén y profundizaría la fragmentación territorial.

Hamas acusó a Israel de aprovechar festividades como Hannukah para imponer “nuevas realidades judaizantes” alrededor de la mezquita de Al Aqsa.

La violencia también se extiende a Cisjordania, donde murió Ammar Yaser Taamra, de 16 años, durante una incursión militar israelí, confirmó el Ministerio de Sanidad palestino.

En la misma operación, soldados arrancaron más de 400 olivos centenarios, fuente de sustento para varias familias de la región.

En el ámbito judicial, la Corte Penal Internacional rechazó recursos de Israel y confirmó su competencia para investigar presuntos crímenes de guerra en Gaza.

Israel calificó la decisión como politizada, aunque el fallo incrementa la presión legal sobre el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Medios estadounidenses revelaron que la Casa Blanca envió un mensaje severo a Netanyahu tras el asesinato del comandante de Hamas, por violar el alto el fuego.

Washington consideró que la acción dañó la credibilidad internacional del acuerdo negociado por el presidente Donald Trump.

El episodio refleja tensiones crecientes entre Estados Unidos e Israel, incluso dentro de una alianza histórica, y subraya la fragilidad de cualquier desescalada.

Al cierre de esta tragedia invernal, la crisis en Gaza se mide en vidas perdidas y familias luchando contra el frío entre ruinas.

Mientras el invierno avanza y la guerra deja cicatrices profundas, la emergencia humanitaria en Gaza se consolida como uno de los dramas más urgentes y silenciados del mundo.

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