Tránsito obliga a taxistas de Marina a devolver espacio agandallado

Prevaleció la cordura y el entendimiento, gracias a la presencia del director de Vialidad Everardo Rubio y al administrador de la asociación de residentes de Marina Vallarta. 

Se llegó a un acuerdo con los permisionarios del sitio 43, quienes extendieron la bola de taxis hasta la avenida de ingreso.

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El señor Heriberto Romero Barragán quien es delegado de ese sitio, ubicado en la calle proa entre Quilla y Francisco Medina Ascencio, quien manifestó que esa parte de la calle ha sido estacionamiento del 43 desde hace muchos años y que solo recuperaron esa parte después del encierro causado por la pandemia. 

El administrador de la asociación de residentes de Marina Vallarta, el licenciado Antonio García dijo que tenía conocimiento de una solicitud por parte de los taxistas para balizar esa parte de su bolsa, pero no pensó que se trataba de toda la cuadra, por lo que retomaron el tema para buscar una solución que beneficie a todos.

Esto debido a la queja de usuarios, residentes y trabajadores de la zona que notaron como de manera inesperada se quedaron sin al menos cuatro o cinco espacios de estacionamiento ya con los machuelos pintados de amarillo y con palmetas que señalaban la exclusividad de ese espacio para los bancos amarillos.

El subdirector operativo de vialidad municipal Everardo Rubio, atestiguo el encuentro y solicitó la documentación que acreditará esa concesión de la cual dice no recordar que se tenga en archivos, señaló que realizará una investigación en la documentación que se tiene para saber si es que esta existe.

Dijo que, de cualquier manera, los tiempos han cambiado y se tienen que ajustar a ellos, ya que en esa zona antes no había tanta demanda de espacios con la apertura de nuevos comercios y negocios, que hace que sea necesario más lugares para estacionarse.

Por lo pronto, los taxistas se van a reubicar en la zona marcada a partir de la entrada de la oficina de cobros de Telmex hasta la calle Quilla y quedará ese espacio libre para estacionamiento en general, quedando pendiente pintar de blanco ese espacio, para que algún despistado agente de tránsito haga de las suyas y aproveche para multar.