Primera tortuga casquito reproducida fuera de Puerto Vallarta crece en Zoológico Guadalajara

La más pequeña del mundo y en peligro crítico de extinción ha logrado sobrevivir fuera de su hábitat. El biólogo encargado narra su desarrollo
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Ricardo Dávalos Sáenz, jefe de Herpetario del Zoológico Guadalajara, fue entrevistado por CPS Noticias–Tribuna de la Bahía sobre el desarrollo que ha tenido la tortuga casquito de Vallarta, la primera reproducción registrada fuera de la Bahía de Banderas. Esta especie, considerada una joya de la naturaleza, es la tortuga más pequeña del mundo y se encuentra en peligro crítico de extinción. La cría, explicó, representa un paso clave para salvar a este microendémico reptil.

La casquito de Vallarta fue descubierta en 2018 y es la más amenazada de México y del continente americano debido a la urbanización. Se distingue por su minúsculo tamaño, y los machos poseen un carismático escudo amarillo en la nariz. Se estima que sobreviven menos de 500 individuos en vida silvestre, lo que la convierte en una especie muy codiciada en el mercado negro.

El Zoológico Guadalajara se sumó a su conservación y actualmente exhibe 38 ejemplares en su herpetario. El primer grupo lo recibió en diciembre de 2023, como depósito de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) provenientes de Puerto Vallarta.

El biólogo Dávalos recordó que el ejemplar nació el 31 de junio, con el vitelo exteriorizado —el óvulo que proporciona proteína al embrión en sus primeras etapas de desarrollo—. Tardó 14 días en aceptar alimento y se mantiene en temperatura controlada para favorecer su metabolismo.

“Fue el único huevo que eclosionó, de un grupo de seis. Lo estamos alimentando con pulga de agua y una gelatina especial que preparamos en el zoológico, a base de grenetina, pez de tilapia, vitaminas y calcio. Se encuentra en un terrario de acrílico con un poco de agua y sitios donde esconderse. Son animales muy nerviosos y requieren constante monitoreo”, explicó el especialista.

Ricardo Dávalos Sáenz, jefe de Herpetario del Zoológico Guadalajara

En la incubadora y su adaptación

El huevo fue incubado artificialmente durante 121 días y presentó diapausa, un fenómeno que detiene el desarrollo celular como respuesta a condiciones ambientales adversas.

“Una adaptación evolutiva es esta diapausa, que detiene todo el desarrollo cuando las condiciones no son adecuadas. Una vez que el ambiente mejora, el desarrollo se reanuda. Nosotros tuvimos que simular este proceso en la incubadora, sometiendo el huevo a periodos de baja temperatura y humedad, para luego restablecer condiciones normales e incrementar gradualmente los factores hasta completar su desarrollo”, detalló Dávalos.

Aún no tiene nombre, buscan replicar la hazaña

La cría pesó 2.8 gramos y midió 2 cm de caparazón al nacer. Actualmente pesa 4.48 gramos y mide 2.7 cm de largo por 2.3 de ancho. Se encuentra en un contenedor especial de reptiles y aún no tiene nombre.

Este nacimiento es prueba de que la ciencia aplicada y el cuidado profesional pueden cambiar la trayectoria de una especie en grave riesgo, y se considera un modelo replicable.

“Todavía no podemos asegurar nada… completamos este suceso y lo estamos replicando en otro grupo de huevos. Nuestra intención como institución zoológica es lograr más individuos y nacimientos, para eventualmente reintroducirlos en Puerto Vallarta. Estamos trabajando con organizaciones internacionales y locales para cumplir este objetivo”, concluyó el biólogo.

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Miguel González Guerra