Toronto aplasta a los Yankees; celebra regreso triunfal a la postemporada

El Rogers Centre vivió una noche de fiesta. Los Blue Jays de Toronto aplastaron 10-1 a los Yankees de Nueva York en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, impulsados por una actuación histórica del mexicano Alejandro Kirk, quien conectó dos cuadrangulares y se convirtió en el alma del ataque canadiense.
El ambiente era eléctrico desde el inicio. Vladimir Guerrero Jr. y Kirk abrieron el marcador con jonrones consecutivos en las primeras entradas, dejando sin respuestas al pitcheo de los Yankees. A partir de la sexta, la ofensiva de Toronto se desató con un rally demoledor de siete carreras, aprovechando cada descontrol del bullpen neoyorquino.
Varsho, Giménez, Lukes, Straw y Guerrero Jr. se sumaron a la exhibición de poder, mientras Kirk, ovacionado en cada turno, selló su segunda conexión de cuatro esquinas con una línea poderosa por el jardín izquierdo. Fue su noche: dos jonrones, cuatro carreras impulsadas y la ovación de un estadio rendido ante su madero.
Mientras tanto, Kevin Gausman y el relevo canadiense impusieron control absoluto. El cerrador Hoffman subió al montículo en la novena para bajar el telón con autoridad. Retiró a Giancarlo Stanton con un elevado de foul, dominó a Jazz Chisholm Jr. con un largo fly al izquierdo y, tras golpear accidentalmente a José Caballero, terminó ponchando a Anthony Volpe para sellar el triunfo.
En un conocido bar de Puerto Vallarta, donde coincidían turistas canadienses y estadounidenses, la escena era clara: rostros sonrientes del lado canadiense y decepción entre los seguidores del Bronx. Los pocos mexicanos presentes, la mayoría simpatizantes de los Yankees, se resignaban ante una verdadera demostración de poder norteño.
Este fue el primer triunfo de postemporada de Toronto desde 2016, y llegó con acento latino. Guerrero Jr. y Kirk, los dos grandes bateadores nacidos en República Dominicana y México, respectivamente, fueron el motor de un equipo que luce sólido, enfocado y con hambre de gloria.
Mañana continuará la serie en el mismo escenario, antes de viajar a Nueva York para el tercer juego. Pero esta noche, Toronto duerme con una sonrisa: su equipo volvió a la élite, y su héroe mexicano encendió la llama de la esperanza azul.
