The game is over
Después de 18 años de intentar llegar a la presidencia y habiéndolo logrado finalmente en el 2018 y de cuya gestión ya han pasado tres años y medio de gobierno, quedándole escasamente dos años de poder absoluto si acaso, debido que ya se sabría el nombre de los candidatos en el 2024, y por lógica, el presidente en turno perdería substancialmente su fuerza.
Por experiencias vividas de su trayectoria dudo mucho que el mandatario saliente aceptara esta pérdida de poder y posteriormente, a unos meses después, pasar al ostracismo político tradicional de los presidentes salientes, a un retiro en su rancho tabasqueño La Chingada, perdido en el estado de Tabasco, a un lado de las ruinas de Palenque.
Todos sus proyectos “emblemáticos” quedarán inconclusos o terminados, pero sin funcionar adecuadamente, ya que se han realizado preocupándose únicamente por terminar la obra civil, sin preocuparse por todos los demás aspectos tan importantes como la construcción, como son la operación, capacidad de servicio, equipo, mantenimiento, seguridad entre otros muchos detalles, como ha pasado con el malogrado AIFA.
El peligro es que se le ocurra ampliar su gestión, no obstante que ha dicho ‘n’ veces que no se reelegirá pero pensando de acuerdo a reacciones probadas y documentadas de violación de promesas, podría decir que el “pueblo” le pide su permanencia 3 años más para restaurar los meses perdidos por la pandemia y, por otro lado, terminar sus proyectos.
En caso de que existiera esta situación habría un rechazo generalizado con consecuencias graves impredecibles.
Esperemos que reine el orden y la ley, que el ejército se mantenga institucional y que el presidente en turno sepa que se terminó su tiempo, su gestión y su investidura, hecho que han pasado todos sus antecesores y salvo Plutarco Elías Calles, que quiso seguir mandando y fue enviado al extranjero como expatriado como señal de rechazo a su protagonismo político ya habiendo finalizado su gestión.
El presidente en turno debe de entender muy bien el mensaje de Lázaro Cárdenas con Plutarco Elías Calles y tomar en cuenta la leyenda que sale en los juegos electrónicos cuando se termina el tiempo, que dice “the game is over”.
