TAPADISMO
“El que se mueve no sale en la foto”, es la expresión que retrata una época en la que un partido de gobierno dominaba ampliamente el escenario electoral de nuestro país y se daba el lujo de contar con un protocolo no escrito para definir la sucesión presidencial.
Los llamados “sectores” (obrero, popular, campesino) se pronunciaban sincronizadamente en favor de un personaje el último año de gestión del Presidente de la República en turno, quien no permitía que durante sus primeros cinco años alguien llamara la atención mediática más allá de los límites acostumbrados y permitidos.
Fue Fidel Velázquez Sánchez, líder de la entonces poderosa CTM, quien en México hiciera famosa esa frase atribuida al español Alfonso Guerra González, (vicepresidente del PSOE), para dejar claro que la disciplina del partido está por encima de todos los intereses personales de quienes aspiran al cargo de Presidente de la República.
Con esa frase lapidaria, el PRI de entonces ejercía un control absoluto de todos los candidateables, mismos que debían disciplinarse y ajustarse a las reglas no escritas que les imponían a través de la presión directa e indirecta de mensajeros habilitados por el Presidente en turno.
Esa tradición conocida como tapadismo y dedazo, fue la que originó la ruptura del PRI monolítico y el surgimiento de la corriente democrática encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros, que son los precursores de MORENA.
A propósito de ese extinto ritual, el pasado jueves 11 de marzo, a pregunta expresa, Andrés Manuel López Obrador señaló que:
“…estamos buscando, todavía no dejamos de buscar mujeres y hombres con convicción, con principios, con ideales, que quieran servir…”
“Entonces, se requieren servidores públicos honestos, como los hemos tenido en otros tiempos, como fueron los liberales, los que enfrentaron a los conservadores y enfrentaron la invasión extranjera, militares que zurcían sus uniformes.”
“Entonces, eso es lo que se está buscando tener: gente con convicción, que les importe la transformación, que les importe que la gente, que les interese la nación, que le tengan amor al pueblo. Y es un proceso, vamos hacia allá. “
“Pero eso es lo mejor. Hay muchos. Yo estoy satisfecho porque ya hay relevo generacional. Si el pueblo lo decide y el Creador lo permite, yo estoy hasta el 24 y me jubilo, ahí sí a Palenque. Pero jubilar es no volver a participar en nada, no opinar.”
“Estoy haciendo ya un trabajo, me estoy preparando sicológicamente para eso, ya tomé la decisión que, para alejarme por completo, voy a escribir, tengo un libro que quiero hacer, pendiente, sobre el pensamiento conservador en México.”
“Entonces, voy a dedicarme a eso, a escribir.”
“Con todo respeto y cariño, no voy a estar recibiendo a nadie que tenga que ver con la política, ya no voy a meterme en nada.”
“Pero estoy muy contento, muy contento, porque hay relevo, porque es de la generación que sigue, no sé si me explico. O sea, yo tengo 67, de 50 para arriba incluso hay mujeres y hombres.”
Esta declaración ¿es la versión morenista del tapadismo para el 2024?
Esa es una duda sustentable.