¿Superman se volvió “woke” y ahora es inmigrante o solo no conoces su historia de origen?

A través de una entrevista James Gunn defendió la dimensión moral y política del personaje, generando una ola de indignación entre figuras conservadoras y medios estadounidenses.
0
576
James Gunn dando una entrevista por su película Superman

En una reciente entrevista con The Times y The Sunday Times, el director James Gunn volvió a encender el debate en torno a la esperada película Superman y no por revelar detalles de la trama, sino por algo que, aunque debería ser evidente, generó una avalancha de reacciones.

“Superman es la historia de Estados Unidos”, declaró Gunn. “Un inmigrante que vino de otros lugares y pobló el país, pero para mí es principalmente una historia que dice que la bondad humana básica es un valor y algo que hemos perdido… Sí, se trata de política. Pero, a otro nivel, se trata de moralidad”.

Solo eso basto para que las redes sociales explotaran. Algunos medios conservadores, como Fox News, reaccionaron con burlas. El presentador Jesse Watters se burlo diciendo que Superman ahora lleva “MS-13” en la capa, mientras que Kellyanne Conway declaró, “No vamos al cine para que nos sermoneen con ideologías”.

Pero, ¿realmente es nuevo este enfoque? ¿Se está “volviendo woke” Superman o simplemente se está reconociendo lo que el personaje siempre ha sido?

Superman de los comics

FOTO: Especial

La respuesta es clara si se mira su origen. Superman fue creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster, hijos de inmigrantes judíos. Desde sus primeras apariciones, el Hombre de Acero fue presentado como el campeón de los oprimidos, enfrentando a abusadores, políticos corruptos y hasta nazis.

Su némesis más emblemático no es un monstruo galáctico, kaiju o algo que se le parezca, sino un multimillonario con complejo de dios como lo es Lex Luthor.

Superman no solo fue político, desde el inicio, fue un símbolo. Y no uno cualquiera, un ícono de justicia social, empatía y resistencia ante el poder injusto.

El problema es que la palabra “woke” ha sido tan tergiversada que ahora se usa para atacar cualquier mensaje que hable de compasión, inclusión o valores humanos básicos. Como si preocuparse por los demás fuera algo que debiera causar vergüenza.

Lejos de afectar negativamente a la película, esta “controversia” ha hecho lo que toda gran producción necesita generar conversación, visibilidad, expectativa. Porque lo peor que le puede pasar a una película como Superman no es la crítica. Es el silencio.

Superman

FOTO: Especial

En esta nueva entrega, David Corenswet interpreta al Hombre de Acero, acompañado por Rachel Brosnahan como Lois Lane y Nicholas Hoult como Lex Luthor.

El elenco también incluye a Skyler Gisondo (Jimmy Olsen), Anthony Carrigan (Metamorpho), Edi Gathegi (Mister Terrific), Nathan Fillion (Guy Gardner), Isabela Merced (Hawkgirl), María Gabriela de Faría (The Engineer), entre otros.

Gunn ha dicho que su película abarca “la historia de Estados Unidos” y que llega en un momento de particular desilusión. “Estoy contando la historia de un tipo excepcionalmente bueno, y eso se siente necesario ahora porque ha surgido una mezquindad debido a la crueldad de las figuras culturales en línea”, dijo.

“Y no, no hago películas para cambiar el mundo, pero si algunas personas pudieran ser un poco más amables después de esto, me haría feliz”.

Así que no, Gunn no está destruyendo a Superman. Solo está recordándole al mundo lo que este héroe ha representado desde el principio esperanza, justicia, y sí política también.

Google news logo
Síguenos en