Sospechan que tres recién nacidos pudieron haber contraído el covid-19 en el útero
(RT).- Investigadores chinos sospechan que el SARS-CoV-2 puede transmitirse de madre a hijo a través del útero, de acuerdo con dos artículos no relacionados publicados este 26 de marzo en la revista Journal of the American Medical Association.
Los tres casos han sido descritos en dos investigaciones no relacionadas entre sí, pero los autores de ambas subrayan las limitaciones de sus trabajos y son conscientes de que “se necesitan más estudios”.
En un primer informe, médicos del Hospital Renmin de la Universidad de Wuhan, en Hubei —provincia china epicentro del brote del nuevo coronavirus—, describen el caso de una mujer que dio a luz varias semanas después de adquirir el virus. Dos horas después del parto, pruebas sanguíneas revelaron que el recién nacido tenía niveles elevados de las inmunoglobulinas IgG e IgM, que actúan como anticuerpos específicos para el covid-19. Además, presentó un alto porcentaje de citoquinas y glóbulos blancos, que son producidos por el sistema inmune y pueden ser signo de infección.
En la segunda investigación, especialistas del Hospital Zhongnan, también en Wuhan, analizaron muestras de sangre de seis neonatos en busca de anticuerpos para el SARS-CoV-2 y encontraron que dos de ellos también tenían altas cantidades de IgM, como en el caso descrito anteriormente.
Aunque se sabe que las IgG pasan de madre a hijo durante el embarazo, las IgM son demasiado grandes para atravesar la placenta. Por tanto, existe la posibilidad de que el lactante hubiera producido IgM luego de que el virus cruzara la placenta.
“Se podría suponer que la detección [de IgM] en un recién nacido refleja razonablemente su producción fetal después de la infección en el útero”, se explica en un artículo editorial sobre ambos casos.
Pese a los resultados, ninguno de los tres niños bajo sospecha dio positivo para el virus. Esto significa que aún no está claro si alguno de ellos estuvo realmente infectado o si podría haber otra razón para la presencia de IgM.
Otra explicación que contemplan los expertos es un daño o anomalía en las placentas de las madres que de alguna manera permitió el paso de los anticuerpos arriba nombrados hacia el organismo de sus hijos.
Se necesita más evidencia
Los autores de ambos hallazgos subrayan las limitaciones de sus trabajos, dado el pequeño tamaño de la muestra y la falta de más pruebas para corroborar sus conclusiones.
Además, desde el análisis editorial afirman que las pruebas de IgM pueden ser propensas a resultados falsos positivos y falsos negativos y, generalmente, no se usan para diagnosticar infecciones adquiridas en el útero.
El equipo investigador es consciente de que “se necesitan más estudios”, pero considera que son datos importantes para “comprender las características serológicas de los bebés cuyas madres están infectadas con el SARS-CoV-2”.