Sofisma
Calíope
El pasado 24 de octubre, López Obrador afirmó en Nava, Coahuila, donde la CFE tiene una carboeléctrica, que el gobierno de Carlos Salinas utilizó “ese sofisma”, “esa mentira”, que “nos íbamos a quedar sin luz”, y con una reforma “a una ley secundaria comenzó la privatización de la industria eléctrica”.
Luego dijo que habían utilizado “otro sofisma, lo de las energías limpias, el que estas plantas de la Comisión Federal de Electricidad ya son viejas y contaminan, y que por lo mismo era mejor la producción de energía con gas, las termoeléctricas, las eólicas o energía solar, energías que, en efecto, no contaminan, pero están subsidiadas, produzcan o no produzcan.
La Comisión Federal, con presupuesto público, que es dinero de todo el pueblo, les tiene que comprar la energía eléctrica”.
Al presidente parece no importarle el tema de la contaminación causada por el carbón, tampoco de ir contra corriente del rumbo que está tomando el mundo en materia de energía. El carbón, como bien se sabe, es la forma más contaminante de generación.
No sólo su minería contamina, sino que la quema lanza a la atmósfera dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, partículas y metales pesados.
A nivel mundial el carbón está dejando de ser utilizado y no sólo se debe a la contaminación, sino que hay otras formas de generación más limpias y cada vez más competitivas y baratas. Por ejemplo, un estudio de la Agencia Internacional de Energía Renovable de junio de 2020 señalaba que “más de la mitad de la capacidad renovable añadida en 2019 logró costos menores de electricidad que el carbón nuevo.
Los nuevos proyectos solares y de viento tienen costos por debajo de las plantas más baratas de carbón. Los resultados de las subastas muestran que estas tendencias favorables en costos para las renovables se están acelerando”.
Ahora bien, la apertura en México a la inversión privada en electricidad permitió incrementar la generación sin utilizar recursos escasos del Estado. Si hay corrupción, tráfico de influencias o cualquier otra “movida chueca” sería correcto que desde el gobierno federal se pusiera orden.
Eso es diferente a desdeñar las energías limpias en favor del contrasentido de las energías basadas en combustibles fósiles.
