Este domingo, un temblor de magnitud 5.2 en la escala abierta de Richter estremeció la costa de Guatemala en el océano Pacífico, provocando breves momentos de preocupación en la región. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han reportado daños materiales ni víctimas humanas como consecuencia de este evento sísmico.

El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (Insivumeh) confirmó en un reporte oficial que el epicentro del sismo se localizó en el océano, justo frente a las costas del departamento de Escuintla, al sur del territorio guatemalteco. El fenómeno natural se registró a una profundidad de 16 kilómetros y tuvo una duración menor a los 10 segundos, según la misma fuente.

Las costas del departamento de Escuintla se sitúan aproximadamente a unos 100 kilómetros al sur de la Ciudad de Guatemala, una ubicación estratégica que coloca a esta región en una zona propensa a la actividad sísmica.

A pesar de la magnitud del temblor, las autoridades de protección civil, incluida la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), no han informado sobre daños significativos en infraestructuras ni reportado víctimas humanas hasta el momento. Esto representa un alivio para los residentes de la zona y para la población en general, considerando la historia sísmica de Guatemala, un país que experimenta miles de movimientos telúricos cada año, la mayoría de ellos de menor intensidad que el registrado hoy.

¿Cuándo ocurrió el último terremoto en Guatemala?

Es importante destacar que el último terremoto de gran magnitud en Guatemala tuvo lugar en febrero de 1976, con una intensidad de 7.5 en la escala de Richter. Este evento catastrófico dejó una dolorosa huella en la historia del país, con alrededor de 23 mil personas fallecidas, según cálculos oficiales.

En resumen, aunque el sismo de magnitud 5.2 haya generado un momento de preocupación en la región, la rápida acción de las autoridades y la falta de reportes de daños significativos ofrecen un alivio para la población, recordando siempre la importancia de la preparación y la vigilancia en un país como Guatemala, expuesto constantemente a la actividad sísmica.