Singapur: ejemplo de congruencia, aplicando la pena capital

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De ser un paraíso de la corrupción oficial, pasa Singapur a ser un ejemplo de saneamiento en la conducción política y administrativa, a través de la llamada pena capital.

Ejemplo internacional sin duda que nos recuerda al gran Benito Juárez y por ello recomendamos a los amables lectores, el artículo que publicamos con motivo del 18 de julio, fecha en que en el año 1872, fue abatido a TABACAZOS, el Benemérito de la Patria. 

La violencia legalizada y legitimada por la población de Singapur, permitió en unos cuantos años, dejar de ser la vergüenza internacional por el tráfico de drogas, incluyendo el tabaquismo invasivo en todas sus calles. Un ejemplo para nuestro querido México, para cuando tenga un mandatario menos simulador y restablezca la pena de muerte para los traidores y saboteadores, empezando por los cinco antecesores en la presidencia, que frecuentemente son así señalados desde las llamadas conferencias mañaneras.

Mas sólo queda en señalamientos y Obrador pasa a ser un sádico en contra de los gobernados que a diario oyen o se enteran por la prensa, que les recetan un desfile de gráficos sobre la delincuencia extrema, pero que claramente, el Mandatario, disfruta su impotencia consagrada desde la trinchera de frases religiosas incoherentes. O corre casi a besar a la progenitora de un amenazador hijo del narco sinaloense, como cátedra de impunidad, antes que depurar a la Nación como hacen en Singapur.

Hace apenas unas décadas esa Ciudad-Estado, era como es ahora México, con una cadena de mafiosos en todos los niveles del oficialismo y de la economía con la peor fama de una desbocada delincuencia en todas sus formas, es más, aquí se supera en el tipo de delitos, como el feminicidio récord de cada día.

Ahora, Singapur es llamada la nación con el mayor desarrollo acelerado, que no es un simple crecimiento deformante; sino que conlleva satisfactores económicos, sociales, educativos y culturales, para la gran mayoría de su población, que aplaude la aplicación de la pena capital para los traficantes de drogas y de los corruptos contrabandistas de la droga que más mata: el tabaco.

Por otro lado, la quebrantada Unión Europea, critica la aplicación de la pena capital, que aplica Singapur pero se amafia con su falta de acción ante la aplicación de la pena de muerte a tabacazos a diario de ciudadanos que su vulnerabilidad a la adicción química de la nicotina alterada, resulta ser su única supuesta culpa. ¡Vaya cinismo de los voceros europeos!

Pero, tales inconformes europeos reciben como aquí, con nuestro esperanzador Obrador, miles de millones en las arcas oficiales como participación con los narcos tabacaleros, a través de los impuestos al tabaco, impuestos que al subirlos, sólo AUMENTA el tamaño del colmillo fiscal.

Hoy mismo, en México da risa que un infantilismo político de un ex legislador que plantea crear una fundación con su nombre, -así lo marea su ego-, para investigar si el actual gobierno participa de los ingresos del narco… Y eso que rebasa los ochenta años. Lástima que arrastre por amistad de años al muy, pero muy estimado Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, que no se merece lo utilicen de escalón político y para tratar de depurar ambiciones demasiado tardías.

Claro que Singapur, necesita arribar con mayor calidad de gobierno en muchas fases de su actuar político y social, y les deseamos que pronto lleguen a tales progresos, pero desde el Consejo Mundial de Valores Humanos, hacemos eco, para que repudien el falso humanismo de sus críticos oficios.

Y NO FUMEN LECTORES, POR FAVOR NI PASIVAMENTE.

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EtiquetasTabaquismo