Siberia padeció de frío extremo con temperaturas de -58 grados
El invierno en Siberia ha dejado una huella inolvidable en diciembre de 2023, marcando un capítulo excepcional en los anales climáticos con las heladas más intensas registradas en tiempos recientes. Las temperaturas descendieron a niveles inauditos, alcanzando asombrosos -58 grados Celsius en algunas áreas, desafiando la resistencia y la adaptación de quienes residen en esta vasta región.
Krasnoyarsk, Jabárovsk, Magadán, Yakutia y Chukotka emergen como las regiones más afectadas por este embate del invierno. Estas áreas fueron testigos directos de un frío inusitado que paralizó la vida cotidiana y llevó al límite la capacidad de las comunidades locales para hacer frente a semejante adversidad climática.
Las calles, cubiertas por un manto de hielo, se convirtieron en paisajes gélidos que desafiaban cualquier intento de normalidad. El transporte se vio severamente afectado, con carreteras y vías férreas obstaculizadas por las condiciones climáticas extremas, dificultando la movilidad y el abastecimiento de suministros esenciales.
En varias zonas de Rusia, el clima ártico se hizo sentir, reportando en Siberia -58 grados Celsius. La ciudad de Yakutsk, una de las regiones más frías del mundo, estaba cubierta por nubes heladas y niebla.#noticiasmiled #internacional #clima #nevadas pic.twitter.com/KBPEswaBsg
— SÚPER STEREO MILED (@noticiasmiled) December 7, 2023
Las autoridades y los servicios de emergencia redoblaron sus esfuerzos para proporcionar apoyo y asistencia a aquellos que enfrentaban las duras condiciones climáticas. Los habitantes, por su parte, se vieron obligados a adoptar medidas extraordinarias para sobrevivir a las temperaturas glaciales, desde resguardarse en refugios improvisados hasta implementar estrategias creativas para preservar el calor y la seguridad.
Recientemente, la capital rusa, Moscú, enfrentaba la mayor nevada en los últimos 145 años. En un evento climático sin precedentes para un 3 de diciembre, la ciudad fue cubierta por un manto de hasta 40 centímetros de nieve en algunos barrios, según informó en su momento el meteorólogo Román Vilfand, citado por la agencia TASS.
Este fenómeno climático provocó la interrupción de la rutina habitual de la ciudad. Más de 60 vuelos tuvieron que ser cancelados o reprogramados en los aeropuertos de Moscú debido a la copiosa nevada que, si bien disminuyó su intensidad conforme cayó la noche, persistió y mantuvo activos a los servicios comunales, que trabajaron sin descanso para mitigar las consecuencias de este acontecimiento.