Si tocan a una, respondemos todas

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Esa es una de las frases de lo que se ha convertido en un himno feminista. Un himno que reclama justicia y un alto a la violencia de género. Un himno que, si escuchas con atención, te pone la piel de gallina y te llena los ojos de lágrimas.

Vivir Quintana lanzó esta enérgica letra el pasado 7 de marzo y creo que no son suficientes las más de 5 millones de reproducciones que tiene su poderoso video. Así que, en esta columna, querido lector, le dejo el espacio a sus palabras, que también hablan por mí.

Canción sin miedo

Que tiemble el Estado, los cielos, las calles

Que tiemblen los jueces y los judiciales

Hoy a las mujeres nos quitan la calma

Nos sembraron miedo, nos crecieron alas

A cada minuto de cada semana

Nos roban amigas, nos matan hermanas

Destrozan sus cuerpos, los desaparecen

¡No olvide sus nombres, por favor, Señor Presidente!

Por todas las compas luchando en Reforma

Por todas las morras peleando en Sonora

Por las comandantas luchando por Chiapas

Por todas las madres buscando en Tijuana

Cantamos sin miedo, pedimos justicia

Gritamos por cada desaparecida

Que resuene fuerte: ¡Nos queremos vivas!

Que caiga con fuerza el feminicida

Yo todo lo incendio, yo todo lo rompo

Si un día algún fulano te apaga los ojos

Ya nada me calla, ya todo me sobra

Si tocan a una, respondemos todas

Soy Claudia y soy Esther y soy Teresa

Soy Ingrid, soy Fabiola y soy Valeria

Soy la niña que subiste por la fuerza

Soy la madre que ahora llora por sus muertas

Y soy ésta que te hará pagar las cuentas

¡Justicia!

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sororo rugir del amor

Por todas las que ya no tienen voz y por las que siguen siendo violentadas en un país que normaliza el acoso, el hostigamiento y el machismo. Por las mujeres que siguen teniendo que tolerar comentarios como “ella se lo buscó”, “para qué salió vestida así” o “no es para tanto”.

Tan sólo en los últimos días fueron encontradas sin vida la pequeñita Michel Ailyn, de tan sólo 3 años, en Nayarit; Alondra en Coahuila; Nayeli en Chiapas; Carmen en Zacatecas; Noemí en Querétaro; Jessica en Michoacán; Marlene en Puebla y Lucero Rubí en Baja California.

Por ellas y por las que aún no han sido identificadas. Porque si tocan a una, respondemos todas.