Un secreto muy guardado de Xóchitl Gálvez

En su debut en las Grandes Ligas, en su primer turno al bat, en el primer lanzamiento del pitcher, la aspirante @XochitlGalvez conecta un tremendo batazo que proyecta la bola por los aires a una velocidad y con una tendencia que, el avezado entrenador y dueño del equipo rival, sabe que volará la barda con un jonrón histórico. 

Se pronosticaba paliza. El público adormecido, salió de su letargo y empezó la gritería. Nadie esperaba competencia. No había entusiasmo en las gradas. Pero el toletazo fue tal, que hasta el más escéptico se emocionó. Hay partido. Hay tiro. Es la primera entrada; la bola está en el aire y todavía pueden suceder cosas extraordinarias e ilegales que podrían modificar el rumbo del partido.

La descripción anterior encaja armónicamente en la narrativa con la que @XochitlGalvez alteró el ambiente del proceso sucesorio por la presidencia de la república ante la sorpresa de propios y extraños, incluido el presidente @lopezobrador_.

“Mi mamá tuvo que lavar y planchar ajeno para mantenernos” dijo la Señora X, y esa es una expresión muy arraigada y sentida en las zonas rurales y en las áreas marginadas de nuestro país. La gran mayoría de la población de escasos recursos la asocia con algo muy suyo o muy cercano; con su propia situación o con la de una familia cercana.

Si a lo anterior se agrega la tradicional expresión de que “tuve que trabajar desde que era niñ@ para ayudar en la economía del hogar”, la identificación se amplía y sacude a casi toda la población de México, simple y sencillamente porque nuestro país arrastra una histórica desigualdad y pobreza de su población. Sea vendiendo gelatinas, tortas, tamales, boleando zapatos o trabajando en el campo, prácticamente todos los mexicanos han pasado por ese proceso de apoyo solidario.

Si sumamos el hecho poco percibido de los miles y miles de egresados del @IPN_MX, de la @UNAM_MX y otras instituciones públicas autónomas de educación superior ubicadas en las capitales de los 31 estados de la república, a donde con muchos esfuerzos tuvieron que desplazarse desde sus pueblos para poder estudiar una carrera profesional, el círculo virtuoso del fenómeno electoral de la Señora X se comprende mejor. 

Les está llegando a todos ellos. Les está hablando a todos ellos no sólo en su idioma sino a través de una dura experiencia de vida compartida. 

Todas esas generaciones de egresados hoy son bisabuelos, abuelos, padres, hijos o nietos de quienes buscaron y lograron tener la oportunidad de estudiar para superarse y crecer. De ese tamaño es el batazo. 

De ese tamaño es uno de los secretos guardados de @XochitlGalvez, la cada vez más famosa Señora X.