Se registran hasta 62,3 grados en Río de Janeiro, calor extremo y récord para Brasil
Una ola de calor extrema y sin precedentes está azotando a Brasil, llevando al país a registrar temperaturas extremadamente altas que han establecido nuevos récords. Este domingo, la ciudad de Río de Janeiro, se vio afectada por un calor abrasador, con la sensación térmica, alcanzando un asombroso máximo de 62,3 grados centígrados en el oeste de la ciudad, según informó el Sistema Alerta Río a través de la red social X. 2
El calor sofocante no se limitó a una sola área; en varias zonas de la ciudad, como en el arbolado barrio residencial del sur conocido como Jardín Botánico, la sensación térmica superó los 55 °C, alcanzando los 57,7 °C. Este marcador extremadamente alto se produjo por segundo día consecutivo, luego de que el sábado se estableciera un récord anterior de 60,1 °C en el oeste de Río de Janeiro. Anteriormente, la marca más alta había sido de 59,7 °C en noviembre pasado.x
🥵🇧🇷 Una nueva ola de calor que golpeó Brasil este domingo. La ciudad de Río de Janeiro registró una sensación térmica de 62,3 grados centígrados, lo que llevó a cientos de miles de personas a refugiarse en las playas de Ipanema y Copacabana.
🌡️El Sistema Alerta Rio dijo que… pic.twitter.com/64dzo9FiXN
— Táchira Noticias (@TachiraNoticias) March 18, 2024
Alerta Río también advirtió sobre las temperaturas máximas reales en la ciudad, que alcanzaron los 42 °C, lo que aumentó aún más la sensación de sofoco entre los residentes.
Raquel Correia, una asistente administrativa de 49 años, expresó su preocupación ante la creciente población y la alta tasa de deforestación, señalando la necesidad de tomar medidas preventivas urgentes.
“Tengo mucho miedo de que empeore, porque la población está aumentando mucho y la deforestación es muy alta por el aumento de viviendas”, lamentó esta asistente administrativa de 49 años.
Otras regiones de Brasil también registran temperaturas altas y extremas
En medio de estas condiciones extremas, las emblemáticas playas de Ipanema y Copacabana se llenaron de personas en busca de alivio, mientras que los cariocas también se refugiaron en el parque de Tijuca, una importante reserva natural en plena ciudad.
Por su parte, Sao Paulo no se quedó atrás en el registro de altas temperaturas. La ciudad vivió su día más caluroso del año el sábado, con el termómetro marcando 34,7 °C, lo que también representó la temperatura más alta registrada para un mes de marzo desde que el Instituto Nacional de Meteorología comenzó a realizar registros en 1943. El domingo, aunque el alivio fue casi imperceptible, se igualó el récord previo para un mes de marzo registrado en 2012, con 34,3 °C.
Ante estas condiciones extremas, muchos residentes optaron por dirigirse hacia los balnearios del litoral, causando embotellamientos en los accesos a Sao Paulo, con filas de automóviles que se extendían hasta 20 kilómetros, según reportaron AFP y EFE.
#DePlaneta | Ola de calor golpea #Brasil y deja sensación térmica de 62.3 °C en Río de Janeiro🌡
Una ola de calor que golpea Brasil dejó este domingo nuevos récords, al registrarse 62.3 °C de sensación térmica en Río de Janeiro, la mayor en una década, mientras São Paulo vive el… pic.twitter.com/XBJTXjFCVE
— Diario El Salvador (@elsalvador) March 18, 2024
Mientras tanto, en el sur del país, las lluvias extremas continuaban haciendo estragos, con una previsión de continuar la semana próxima, según las autoridades meteorológicas. En algunas localidades del estado sureño de Río Grande do Sul, se registraron volúmenes excepcionalmente altos de precipitaciones, llegando hasta 300 milímetros. Esta situación se suma a las preocupaciones climáticas en Brasil, donde el cambio climático y el fenómeno de El Niño están exacerbando los eventos climáticos extremos.
En este contexto, Brasil también enfrenta una demanda récord de energía, con 102.478 megavatios registrados en medio de la intensa ola de calor que afecta al país. El Operador Nacional del Sistema Eléctrico atribuyó este aumento récord principalmente a las elevadas temperaturas en casi todo el país, lo que refleja los desafíos energéticos que acompañan a estos eventos climáticos extremos.