En la casa de los famosos se queda el más odiado

Lo Los posicionamientos del domingo tenían un solo blanco: Adrián Di Monte. Uno a uno, los habitantes lo eligieron como el rival a eliminar esta semana.
Ninel fue la primera. Le dijo que nunca sintió una conexión real con él y que prefería que saliera porque no compartían nada.
Facundo fue más creativo. Le improvisó un freestyle donde lo culpó de no brillar en las pruebas y por eso quería verlo fuera de la casa.
Abelito usó el humor. Lo llamó “papucho” y aseguró que aunque lo quiere, mejor se vaya a vacacionar con su flamante esposa.
Mariana dijo que sus motivos eran intuitivos. Cree que Adrián no está a gusto porque se casó hace poco y el juego no lo atrapa del todo.
Dalilah, aún con la rodilla lastimada, se acercó al frente. Dijo sentirse perturbada por cosas que había escuchado de Adrián antes de entrar al reality.
Todos contra Adrián
Aldo de Nigris se mostró más tibio. Dijo que le cae muy bien, pero que vota por él porque viene arrastrando cosas de afuera.
Aaron Mercury siguió la línea. Afirmó que fuera tendrán proyectos juntos y que lo prefiere disfrutando su luna de miel con su esposa.
Alexis Ayala dio un discurso rudo. Lo llamó “gatito” y dijo que él necesita ver a un guerrero, no a alguien apagado por dentro.
El Guana mantuvo el discurso de amenaza. Le reconoció talento, pero dijo que por ser un rival fuerte, deseaba verlo fuera del juego.
Shiky, con su tono directo, lo cuestionó por haber dejado a su esposa tras apenas semanas de casado. “Ella merece más que esta casa”, le lanzó.
Mar, la última, fue la única que se desmarcó. Se posicionó contra Priscila y dijo que no se sumaría al linchamiento colectivo contra Adrián.
La votación contradice al grupo
En la sala de expulsiones, el primero en salvarse fue Elaine. Todos corrieron a abrazarla y celebraron su regreso como si fuera una final.
Después le tocó a Priscila. Con ese movimiento, el nerviosismo se apoderó de los demás. La placa quedaba entre Olivia y Adrián.
El Chamuco, apodo ya ganado por Galilea Montijo, alargó el suspenso con su clásica pausa y la ya temida puerta giratoria.
Finalmente, la expulsada fue Olivia Collins. A pesar de las múltiples flores que le echaron a Adrián, fue ella quien dejó la casa.
Los que se posicionaron en masa contra él se quedaron con un palmo de narices. La estrategia no funcionó. La audiencia tomó otro camino.
El juego sigue más venenoso
La cara de sorpresa fue general. Los discursos moralistas se disolvieron en segundos. El público decidió y nadie lo vio venir, salvo el propio Adrián.
Esta noche quedó claro que el juego no se gana con grupitos. Se gana con el favor del público, que ve más allá de las alianzas.
La Casa de los Famosos vive su etapa más intensa. Cada día se desdibuja más la línea entre estrategia, traición y pura supervivencia.
Y lo que viene será aún más salvaje.