Sacerdote pide frente a Dávalos que quiten bar cercano a templo
Desde el 4 de noviembre el sacerdote Esteban Salazar, párroco del templo de la Santa Cruz, había solicitado una cita con el presidente municipal. Por escrito le hizo saber su preocupación e inconformidad por la apertura de un bar y antro frente a las puertas de este centro de culto; tuvieron que pasar 3 meses y protesta para que fuera recibido por Arturo Dávalos, este jueves 4 de febrero.
Durante este tiempo los empresarios terminaron de remodelar lo que fuera un restaurante, y los trámites ante Padrón y Licencias, para inaugurar el bar alternativo, ante la sorpresa de los vecinos y feligreses, quienes protestaron la semana pasada y amenazaron con cerrar la calle.
Sonaron las campanas del templo ubicado en la esquina de Lázaro Cárdenas y Aguacate, de la céntrica colonia Emiliano Zapata. Como nunca en sus bancas, los feligreses levantaron pancartas y al pie del altar tuvieron que subir el coordinador de gabinete de la presidencia, Víctor Bernal, a escucharlos y prometerles solución.
DESPUÉS DE TRES MESES POR FIN EL PRESIDENTE MUNICIPAL LOS ESCUCHA
Los manifestantes dejaron en claro su demanda para que clausuren y revoquen la licencia de lo que afirman, es un prostíbulo disfrazado de bar; consideraron un atropello del municipio permitir la apertura del “Candy Bar” a menos de 200 metros de un templo religioso.
La misma petición llevó este jueves el sacerdote a su encuentro con el alcalde, acompañado por la señora Shela Ortiz Cervantes, en representación de los vecinos.
A puerta cerrada fue la reunión, donde también estuvieron el secretario general del Ayuntamiento y los directores de Reglamentos, Protección Civil Padrón y Licencias.
Al salir de la presidencia municipal, fue entrevistado por CPS Noticias:
“Estuvimos 30 o 40 minutos, el tema era obviamente la solicitud de clausura definitiva o revocación de licencia de Candy Bar, a lo que llegamos finalmente es que van a hacer una investigación exhaustiva de esta situación, y actuarán conforme legalmente se deba de proceder”.
SEGUIRÁN LAS PROTESTAS HASTA QUE NO LES DEN SOLUCIÓN
El padre Esteban reconoció que todos tuvieron una buena actitud y lo escucharon, ofreciendo alternativas de solución, desde sus respectivas áreas de trabajo. Sin embargo, el sacerdote indicó que mantendrán las protestas, hasta que clausuren este negocio.
“Le dije que esta bien… pero que nosotros vamos a continuar pidiendo, exigiendo, el cierre definitivo de Candy Bar, por los medios que podamos hacerlo”, advirtió el clérigo.
Todos los días se reúnen los feligreses simbólicamente, para protestar de 6 de la tarde a 9 de la noche, y colgarán una gran lona de 10 metros, en el exterior del templo, con sus demandas. Y en caso de no tener solución a su petición convocarán a una manifestación mayor.