La rosca de reyes y su tradición en Vallarta
La celebración por el día de los Reyes Magos tiene una protagonista que es infaltable en las mesas de las familias mexicanas: la rosca de reyes.
Con azúcar, higo, ate, rellenas de crema o nata, de chocolate y veganas, las roscas de reyes son el infaltable en esta peculiar fecha y en Puerto Vallarta las hay de todo tipo, desde las fabricadas en masa y vendidas por grandes tiendas comerciales, hasta los pequeños establecimientos que mantienen sus procesos de elaboración artesanal.
En tiendas comerciales, los costos de las roscas van desde los 139 pesos en las versiones más pequeñas, para 5 o 6 personas, hasta los 600 pesos en las roscas para más de 20 personas.
Las filas en los centros comerciales son interminables, por la gente que busca su pan para partirlo en familia, en el trabajo, en las escuelas y en las reuniones de amigos, siempre esperando disfrutarla, pero sin la ‘suerte’ de que te salga el ‘niño dios’.
Contrastando a estas grandes empresas, hay negocios familiares, añejos y que han pasado de generación en generación, como la panadería ‘La Chiquita’, que lleva ya 58 años desde su fundación y es la favorita para miles de personas.
Juan Leonardo Vázquez Ibarría, hijo de Juan Lamberto Vázquez, propietario de la panadería y, a su vez, hijo de Leonardo Vázquez Ruiz, fundador del negocio, platicó con el equipo de CPS Noticias-Tribuna de la Bahía, para narrar cómo nace la rosca, el proceso de su elaboración y el gusto que le agarra la gente.
“Panadería La Chiquita tiene, en Puerto Vallarta, 58 años, son 54 años en este domicilio (colonia Olímpica) y 4 años, que fue donde se fundó panadería La Chiquita, que estaba en la parte centro de Puerto Vallarta, a 2 cuadras del Río Cuale”, dijo.
Indicó Vázquez Ibarría que para este 2023, se fabricarán más de 2 mil 200 roscas, durante los 3 días y medio de labores arduas, en los que participan una veintena de personas, desde la elaboración de la masa, el corte de la fruta, los encargados del horno y quienes atiendan al público y toman los pedidos.
Hizo énfasis en que, si bien todos los negocios, pequeños y grandes, tienen sus propios clientes, es importante apoyar a los comerciantes locales, que generan empleos y respetan los métodos de elaboración de esta tradicional y deliciosa acompañante de las mesas mexicanas.
“Todo el proceso es artesanal, anteriormente el horno era de leña, ahora el horno se calienta con un sistema de diesel y todo lo demás es artesanal, todo hecho a mano, no usamos máquinas laminadoras como otras empresas (…) podemos decir que es una panadería tradicional todavía”.
Comercial o artesanal, cualquiera que sea su elección, tome su pedazo de rosca y pague los tamales, en caso de que le salga ‘monito’.