ROBIN VAN PERSIE: el artista del gol
El mundo del fútbol ha sido testigo de una gran cantidad de delanteros letales, elegantes e históricos. Desde el olfato goleador de Hugo Sánchez, hasta la versatilidad del mejor nueve del siglo XXI, Ronaldo Nazario.
La posición de nueve, es la última carta en un castillo de naipes, es el pincel que el equipo usa para terminar la obra que conocemos como “gol”. Y qué mejor ejemplo de pincel, que el del holandés Robin Van Persie, al que me gusta denominar, como “el artista del gol”.
Recuerdo con gran satisfacción aquel 13 de Junio de 2014, en Brasil. Robin recibía un para nada mal centro de su compañero Darley Blind, que justo conectaba desde el punto penal con un clavado superando a Iker Casillas, quien solía veía como la pelota quedaba guardada en el arco. Siempre he creído que las palabras tienden a exagerar lo sucedido, pero créanme que cuando hablo de este gol, no sobrevaloro absolutamente nada. Es uno de los mejores goles de cabeza que pueden encontrar en la historia del futbol.
El holandés volador, como le comenzaron a nombrar después de aquella obra de arte, nació en la ciudad neerlandesa de Róterdam un 6 de Agosto de 1938. Siendo tan solo un joven adolescente inició en las inferiores del Feyenoord, hasta que con el paso de los años fue promovido al primer equipo.
Su primera temporada, destaca por aquella victoria frente al Borussia Dortmund en la final de la Copa de la UEFA de 2001, donde aunque no era la estrella goleadora (Pierre van Hooijdonk había sellado una tremenda actuación), fue reconocido al llegar a los países bajos como el mejor jugador joven.
Sin embargo, sus siguientes años pasaron desapercibidos. La suplencia y mala relación con algunos jugadores y el entrenador Bert van Marwijk le valieron incluso su permanencia en el equipo holandés. Saliendo vendido en el 2004 hacia el Arsenal. El pequeño holandés emprendía vuelo hacia tierras londinenses, esperando encontrar un mejor futuro. Sin saber, que llegaría a una liga donde marcaría una época.
Arribaba al recién campeón invicto de la Premier League y con la presión de ser el reemplazo del mítico Dennis Bergkamp, acompañando en la delantera al histórico goleador francés, Thierry Henry. Y aunque debutó en la victoria 3 por 1 ante el Manchester en la Fa Community Shield, su participación en su primera temporada fue poco presumible. Inclusive perdiendo su sitio en el primer equipo debido a su agresivo comportamiento y a un par de lesiones. La temporada 2005-2006 la inició con el pie izquierdo, siendo este zurdo. Fue nombrado jugador del mes de noviembre, convirtiendo 6 goles en 4 juegos. Lo que le valió una renovación, que ante la duda de muchos aficionados, terminó siendo una de las mejores decisiones de la era Wenger. Tras una lesión originada semanas antes de la final de la Champions League 2006 frente al Barcelona, tuvo que ingresar como suplente, dejándonos con la incógnita de si en su mejor estado, podría haber marcado la diferencia.
El temperamento siempre fue un problema para Van Persie, pero su relación con las lesiones era su mayor obstáculo. Las siguientes dos temporadas las pasó en largos procesos de recuperación y muchas lesiones. La salida de Thierry Henry le dejaba solo y con la responsabilidad de ser la estrella del equipo. Y vaya que lo hizo, terminó su etapa gunner alcanzando los 131 goles y 55 asistencias, como parte del top diez máximos goleadores del club, máximo asistente en la edición 2008 de la Premier League y varios goles del mes. En su temporada final, la 2011/2012, fue bota de oro de la Premier, y lo habría sido de la bota de oro general, de no ser por la existencia de los monstruos del siglo 21, Cristiano y Messi.
Van Persie había dado todo por el arsenal, pero el futbol le debía títulos. Sin embargo, poco tuvo que esperar. En su primera temporada con el Manchester United conseguía su única Premier League y la vigésima del club. Anotando 26 goles y terminando nuevamente como bota de oro. Repetía goleador del torneo, algo que pocos delanteros habían logrado. Su marcha del club fue rápida, se despidió tras 105 partidos y 58 goles, y ganando otra Community Shield. Su paso en Turquía fue tan rápido e intrascendente que no vale la pena mencionar. Y en enero de 2018 regresó a su ciudad natal donde jugaría hasta su retiro con el Feyenoord. Logrando conquistar una copa holandesa.
La carrera de Van Persie como podemos ver es casi una tragedia agridulce, donde apenas si logró ganar 5 titulos. Sin embargo, los títulos poco importan si tu trabajo es pintar golazos. No les miento al decir que no he visto jugador con mayor facilidad para marcar tantos goles de primera intención, que el neerlandés. Ni en vida, ni en repetición o documentales. Su habilidad de gambeteo no era la mejor, ni siquiera su velocidad era algo extraordinario, pero su olfato de gol y su capacidad de pintar obras de arte que dejaban boquiabierto hasta al mismo portero rival, no le he visto en otro delantero. La facilidad de definir con tantos recursos hizo que Van Persie pasara a la historia como el gran artista del gol. Sin necesidad de marcar tantos goles o ser constante en su trayectoria, no me cabe duda que recordaremos al holandés volador con un gran suspiro.