Condenan a 26 años a falso dentista que ofrecía blanqueamientos a influencers para abusar de ellas en Reino Unido

Foto: especial
El británico Ricky Stubberfield, propietario de un salón de blanqueamiento dental en la ciudad de Plymouth, fue condenado a 26 años de prisión por 23 delitos sexuales, entre ellos violación, agresión sexual, exposición indecente y producción de imágenes indecentes de menores.
La sentencia fue dictada el 21 de octubre de 2025 por el Tribunal de la Corona de Plymouth. El juez Robert Linford calificó la conducta del acusado como “una depredación absolutamente implacable” y determinó que representa un alto riesgo para la sociedad, por lo que también deberá permanecer de por vida en el registro británico de delincuentes sexuales.
Engañaba a jóvenes con falsas ofertas de blanqueamiento dental
Stubberfield utilizó su posición como copropietario del negocio Essex Smiles, en el barrio de Mutley Plain, para atraer a mujeres jóvenes y menores de edad, prometiéndoles tratamientos gratuitos de blanqueamiento dental a cambio de promocionar el local en redes sociales.
Varias de las víctimas, de entre 16 y 27 años, fueron abusadas dentro del propio establecimiento, donde el agresor aprovechaba que las mujeres estaban en la silla de tratamiento, vulnerables, para cometer los ataques.
Delitos fuera del salón y años de impunidad
Los abusos no se limitaron al negocio. Stubberfield agredió a una menor de 16 años en el baño para personas con discapacidad durante un concierto en el recinto Plymouth Pavilions, y posteriormente en su vehículo.
Los primeros delitos datan de 2013, aunque la investigación se reactivó en 2022, cuando nuevas víctimas denunciaron agresiones ocurridas entre 2022 y 2024.
La exposición del caso permitió que otras mujeres reconocieran un patrón y presentaran testimonio, lo que condujo a su arresto y enjuiciamiento.
El impacto en las víctimas
Durante el juicio, una de las víctimas afirmó ante el tribunal:
“Mi cuerpo nunca volverá a ser el mismo para mí. Siempre me sentiré sucia.”
Otras jóvenes describieron haber sufrido culpa, ansiedad y pensamientos suicidas tras las agresiones.
El juez Linford subrayó que las víctimas mostraron “una valentía extraordinaria” al testificar contra su agresor y elogió el trabajo de la policía de Devon & Cornwall y de la fiscalía británica, que documentaron una década de abusos continuos.
Una sentencia ejemplar
La fiscalía británica destacó que el caso demuestra la importancia de denunciar agresiones sexuales, incluso años después, pues los testimonios permitieron confirmar un patrón de violencia sistemática.
El detective inspector Marcus Hodges expresó que espera que las víctimas “puedan hallar un cierre tras este fallo” y destacó su valor al enfrentarse a un depredador que “usó el engaño como arma durante años”.
