“La Revolución Antitabaquica” se la dedicamos a Cuba
“Al revolucionario Fidel Castro, diluido en el salinismo antimexicano y en el genocidio tabaquero anti-cubano”
En Cuba, actualmente se reportan más de 13 mil ejecutados a tabacazos anualmente. Y asómbrense inteligentes lectores: Cuba, únicamente tienen un poco más de once millones de habitantes. ¿Entonces, cómo exterminar a tantos valiosos cubanitos? Resultando un continuo genocidio tabáquico como cortesía de una “REVOLUCIÓN”.
Fidel torció el destino de una revolución y él mismo, con su propia mano, se aplicó el deterioro físico con los mal llamados “puros”, cuando son solo químicamente puro veneno. Y aunque dejó de fumar, según sus biógrafos, desde los años ochenta.
Murió en 2016, con torturas pulmonares y cardiacas. Dejando en la mayor prosperidad a las maléficas industrias del ron y del tabaco.
El infame bloqueo de los más voraces vecinos, que sigue hasta el momento actual, ha merecido un discurso más que magnífico, de parte de Obrador, pronunciado con motivo de la última visita oficial del presidente cubano y ampliado durante la conferencia mañanera del lunes 13, de este mismo mes de febrero, del 2023. Pero, recordemos lo siguiente:
En el acto de bienvenida, se condecora al visitante, la medalla debió ser otorgada por la triunfal industria tabacalera para ambos presidentes. Pues los dos convalidan que continúe la revolución, no solamente desviada en materia de salud pública; sino, cínicamente saboteada a cambio de los impuestos al tabaco. Medallas de cobre, ya que es la más cruel forma de soborno dirigido al interés metálico del oficialismo corrupto.
En el México querido, no es menos grotesco el buscar a médicos cubanos, para atender la salud de los mexicanos, cuando se tiene el paraíso para los asesinos tabacaleros que enferman y matan masivamente. Y lo más grave, es la burla a los gobernados, al recurrir a ceremonias mañaneras para abordar la temática de salud, especialmente los días martes de cada semana y ocultar el GENOCIDIO TABACALERO COMO DELITO CONTINUO Y DE LESA HUMANIDAD.
En contraste, Obrador patológicamente expresa que no apoya la pena capital para frenar la desbordada delincuencia, especialmente el feminicidio, logrando convocar a que se concentren en las mejores zonas de México, los peores delincuentes internacionales. Patología doblemente criminal, ya que los tabacaleros presumen la licencia para matar
y AMLO asegura a los homicidas, que cuando mucho serán algunos pocos hospedados, a costa de los cuantiosos impuestos que se dedican a los reclusorios.
Talón de Aquiles, en ambos mandatarios. Nada más y nada menos lectores solidarios.
