Banquetas secuestradas: el abuso de comercios que afecta a peatones en Puerto Vallarta

Concebida para mejorar la movilidad peatonal, la ampliación de banquetas ha convertido el espacio público en una extensión de restaurantes y locales
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Banquetas secuestradas

Pase por donde pueda. La ciudad enfrenta un problema creciente en varias zonas turísticas debido a la invasión de banquetas por parte de restaurantes y comercios que se han apropiado de estos espacios para colocar mesas, sillas y mercancías obstaculizando el paso de los peatones, vecinos que batallan para salir o entrar a sus casase.

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Este problema afecta mucho más a adultos mayores y personas con movilidad reducida, quienes tienen que bajar a la calle, arriesgándose, para poder avanzar en banquetas llenas de mobiliario de restaurantes.

Calles como San Salvador, en la colonia 5 de Diciembre; México, en la colonia Centro; Basilio Badillo, en Emiliano Zapata; y España y Viena, en Versalles, son algunas de las más afectadas.

La situación obliga diariamente a peatones a bajar a la calle para poder avanzar, exponiéndolos a riesgos viales.

Cada día es una odisea salir de casa. Tengo que esquivar mesas, sillas y hasta empleados que bloquean el paso. Cuando reclamo, me dicen que camine por la calle, que hay más espacio”, comenta Ramiro Tovar, vecino de la colonia 5 de Diciembre.

El problema se ha intensificado en los últimos años debido a proyectos municipales de ampliación de banquetas que en un principio buscaban beneficiar a los peatones. Uno de los más recientes fue el proyecto “Paseo de las Ánimas” en la calle San Salvador en la colonia 5 de Diciembre, obra lentísima que amplió banquetas desde la calle Brasilia colindante con el panteón de esa colonia hasta la avenida México.

Sin embargo, algunos comerciantes han aprovechado esta infraestructura para expandir sus negocios sin control como ocurre con un par de restaurantes de mariscos en esa zona. Aunque vecinos han reclamado directamente a los propietarios, estos argumentan tener permisos municipales, sin mostrar documentación que lo sustente, y responden con desdén ante las quejas.

“Soy invidente y para mí es un reto caminar por la calle porque hay demasiados obstáculos en la banqueta. Me han dicho que tienen derecho a usar el espacio porque pagan un permiso, pero nunca muestran nada”, denuncia Enrique Torres, habitante de la colonia Centro y usuario de un bastón.

Este conflicto urbano debe ser atendido con urgencia por el área de Reglamentos del Ayuntamiento, dependencia encargada de garantizar que los comercios no se apropien de la vía pública en perjuicio de la comunidad.

Mientras tanto, la molestia de los vecinos sigue en aumento ya que el problema involucra mobiliario urbano estorboso como postes, anuncios, cabinas telefónicas inservibles, entre otros objetos, y exigen acciones concretas del Ayuntamiento para recuperar el espacio peatonal y evitar que la ciudad se convierta en un laberinto de obstáculos comerciales.

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