Ismael Zambada García mejor conocido a nivel internacional como ‘El Mayo’, se entregó este jueves a las autoridades de Estados Unidos y ahora se encuentra bajo custodia en ese país, acompañado de Joaquín Guzmán López. Nacido el 1 de enero de 1948 en la localidad de El Álamo, en el municipio de Culiacán, Sinaloa, Zambada, de 76 años, ha sido una figura prominente en el mundo del narcotráfico durante más de cuatro décadas.
Inició su trayectoria en la década de los setenta del siglo XX en el Cártel de Guadalajara, bajo la dirección de figuras históricas como Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, y Rafael Caro Quintero, “El Príncipe”. Posteriormente, trabajó para el Cártel de Juárez, liderado por Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.
Zambada se asoció con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y Juan José de Jesús Esparragoza Moreno, “El Azul”, con quienes fundó un gripo criminal asentado en Sinaloa. Reconocido como cofundador y presunto líder actual del grupo, Zambada ha estado presente en numerosos expedientes del narcotráfico. Supuestamente, operaba principalmente en los estados de Sinaloa y Nayarit, con influencia en gran parte de la costa pacífica de México, así como en Cancún, Quintana Roo, Monterrey y Nuevo León.
Desde la recaptura de ‘El Chapo’ en 2016, se dice que ‘El Mayo’ quedó a cargo de las operaciones del Cártel de Sinaloa. La DEA lo señala por delitos como conspiración de lavado de dinero, posesión de armas de fuego en promoción del narcotráfico, crímenes violentos, asesinato, participación en una empresa criminal continua para el tráfico de drogas, conspiración para asesinar en un país extranjero y secuestro.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció en 2015 que ‘El Mayo’ también enfrenta cargos por tráfico de metanfetaminas, heroína y marihuana. Las autoridades estadounidenses lo describen como el principal administrador, organizador o líder de la empresa.
Ismael Zambada es uno de los criminales más buscados de México. Ganó notoriedad en la década de 1990 como coordinador principal de varias organizaciones narcotraficantes mexicanas y como miembro principal de la organización Amado Carrillo-Fuentes. A finales de los noventa, se posicionó como uno de los narcotraficantes mexicanos más fuertes, capaz de transportar toneladas de cocaína y marihuana y varios kilos de heroína.
En 2003, fue acusado formalmente por un jurado investigador de la ciudad de Washington debido a sus supuestas actividades de narcotráfico y se emitió una orden de arresto provisional bajo esta acusación. La organización de Zambada recibe toneladas de cocaína vía marítima, suministrada por fuentes colombianas. Utiliza una variedad de métodos, incluidos aviones, camiones y automóviles, para transportar la cocaína a la frontera entre Estados Unidos y México, distribuyéndola luego en Arizona, California, Chicago y Nueva York.
Además, Zambada ha invertido en una serie de negocios en México y posee propiedades inmobiliarias extensas, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.
