¿Qué sucede en Siria?

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Hace un par de días Juan Ramón de la Fuente, exrector de UNAM y actual representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas, reprobó categóricamente el uso de armas químicas en Siria. ¿Por qué?

Hace casi 10 años surgió un levantamiento contra el presidente Bashar al-Ásad, al inicio, pacífico. La gente estaba harta, había altos índices de desempleo, corrupción y represión.

En marzo de 2011 un grupo de jóvenes realizó pintas en un muro escolar y como consecuencia fueron arrestados y torturados. Esto provocó más protestas exigiendo democracia y justicia. 15 de marzo inicia “oficialmente” este conflicto.

Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes y cada vez más personas salieron a reclamar su legítimo derecho, para julio de ese mismo año miles protestaban en el todo el país exigiendo la renuncia de al-Ásad, pero ahora, armados.

Tenían que defenderse y de ser posible, expulsar a las fuerzas armadas de sus regiones. Lo que el pueblo sirio ha padecido desde entonces es una clara muestra la más brutal crueldad entre seres humanos.

Una protesta civil en poco tiempo se convirtió en un conflicto sectario que ha dado muerte a por lo menos medio millón de personas, incluyendo niños, mujeres y ancianos.

Es casi imposible saber el número real de muertes porque no se puede entrar. En este conflicto participan combatientes rebeldes moderados y seglares, así como grupos islamistas y yihadistas entre los que destacan el Estado Islámico y el Frente al-Nusra, que formó parte de al-Qaeda y se fusionó con otros grupos para convertirse en Tahir al-Sham.

También están involucrados grupos kurdos y fuerzas de otros países como Arabia Saudita, Turquía y EU del lado de la “oposición” y Rusia e Irán del lado de al-Ásad.

El gobierno sirio ha sido acusado en dos ocasiones de atacar a su población con armas químicas, en 2013 más de mil personas murieron por gas sarín, el segundo ataque sucedió en 2017.

Hemos visto imágenes desgarradoras que han dado la vuelta al mundo. Como consecuencia, diversos gobiernos como el francés, el británico y el estadounidense han enviado ataques con misiles.

Bashar al-Ásad está amenazado permanentemente, si continúa usando armas químicas, será nuevamente atacado. 

También están amenazados Irán y Rusia si siguen apoyando al gobierno Sirio. Siria niega los ataques y se los atribuye a grupos terroristas. 

México generalmente se mantiene al margen de los conflictos internacionales, pero ayer fijó una postura con respecto al uso de las armas químicas en Siria.

Ante la sesión del Consejo se Seguridad de la ONU Juan Ramón de la Fuente condenó los ataques y se sumó a los que exigen que se permita la entrada a grupos especializados para realizar las investigaciones relacionadas con el presunto uso de armas químicas, que también pudieron ser usados por grupos terroristas.

“México condena en los términos más enérgicos el empleo de cualquier arma de destrucción en masa, incluyendo por supuesto las armas químicas, por cualquier actor, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. El uso de este tipo de armas es un crimen y una grave violación al derecho internacional y el derecho internacional humanitario”, afirmó.

Aún se ve lejos un alto a los ataques, a la violencia y al infierno que se vive en Siria desde hace 10 años y que nadie, ninguna potencia mundial, ni la Organización de las Naciones Unidas ha logrado detener. 

Esta guerra ha provocado que más de 5 millones de personas busquen asilo en otras regiones.

Algunos países no saben cómo manejar la entrada de cientos de refugiados y han entrado en conflicto por el compromiso económico que representa. 

Mientras algunas potencias sigan financiando los ataques, esta guerra no tendrá fin. Los que siguen en Siria viven en la pobreza, el 70% no tiene acceso al agua potable y tampoco a la educación. Están en ruinas y con traumas. 

No está mal echar un vistazo a otras partes del mundo, no podemos ser indiferentes ante otras realidades.

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