¿Qué hay detrás de la ley Anti lavado?

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Iliana Sánchez

Dicen que “El exceso de leyes y su constante creación, lo único que reflejan es la corrupción de la cosa pública.”

Pocos recuerdan el más reciente escándalo internacional que sobre dicho tema ocurrió, protagonizado por el banco británico HSBC, quien debió pagar al Gobierno de Estados Unidos de América, la cantidad de 1,900 millones de dólares para cerrar una investigación de lavado de dinero de casi cuatro años, tras haber facilitado supuestamente la transferencia de miles de millones de dólares en favor de países sujetos a sanciones internacionales, como es el caso de Irán, y de los cárteles mexicanos de droga. Hay quienes dicen que esta Ley no es más que una manera  de admitir  por parte del gobierno que no ha podido  y no podrá en la lucha contra el narco.

Empiezo así mi crítica  porque al final, estoy convencida que ésta ley vino a formarse a una larga fila, donde diversas leyes esperan ya  en las instalaciones de lo que es México su turno para cumplir cabalmente su función. Y es que no concibo como nuestro legislador puede  estar creando leyes que llevan el nombre de un problema. Mi poca fe a la llamada  Ley Antilavado, como ya lo dije  no viene de su esencia sino de su aplicación práctica, vivimos en un país donde sacarle la vuelta a la ley resulta más fácil que aplicarla.

Las operaciones ilícitas las realizan personas que precisamente por la naturaleza de sus actos siempre están buscando la manera de ir un paso adelante de la ley y no conforme a ella, es decir sólo viene a hacer más dificultosa la actividad de notarios, abogados, corredores públicos,  comerciantes , inmobiliarias, prestadores de servicios y un sinfín de personas. Creo yo que, sólo busca encontrar lo ilegal entre personas legales y no pienso que encuentre muchas víctimas en dicho sector, como ya lo dije los que lavan dinero siempre han estado fuera de la ley, y este supuesto radar que han creado los llevará a donde nunca encontraran a su famoso destinatario.

Han pretendido colocar una lupa por encima de ciudadanos libres que obran bajo el principio de buena fe, vulnerando la seguridad y privacidad de las personas.

En estos tiempos esta información tan minuciosa, de modo tiempo y lugar, puede ser un peligro, no obstante que esté en manos del gobierno, hoy nuestra seguridad se ve amenazada por todos lados y traicionada por todo mundo.

Lo único que creará este nuevo instrumento, es un ambiente de incertidumbre, desconfianza y miedo. A pesar de que  la autoridad mexicana manifieste haber encontrado varias razones que dieron pie a la creación de esta nueva Ley de carácter Federal, argumentando que encuentran su sustento a raíz de prácticas deshonradas e ilegales, yo estoy convencida que  buscar en una lista una actividad para detectar si es considerada vulnerable, o convertir  un monto de salarios a pesos  y posteriormente dar un aviso a la autoridad competente, no es la solución para erradicar dichas prácticas,  por el contrario vino a entorpecer operaciones de diversa índole, dificultando el comercio en el país, perturbando nuestra privacidad, y engordando el ya obeso acervo de leyes.

Autor

  • Iliana Sánchez

    Maestra en Derecho por la Universidad Panamericana, Presidente de la Asociación Civil Vayre A.C. Empresaria, filántropa, amante de la cultura, la naturaleza, la poesía y el vino.

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