¿Qué es la verdad?
Calíope
Después de más de un año encarcelada, Rosario Robles decidió que hablaría con la Fiscalía General de la República y entregaría información sobre la llamada “Estafa Maestra” a cambio de un trato especial de las autoridades. De este modo ella se convertiría en la primera integrante del gabinete legal del anterior gobierno en ofrecerse a ser “testigo colaborador” sobre la corrupción.
Justo después de que Emilio Zebadúa, exoficial Mayor en Sedesol y Sedatu, la acusara de ser la cabeza de la estrategia para desviar hasta 7 mil millones de pesos de estas dos dependencias, su defensa convino que Rosario Robles se acogiera al “criterio de oportunidad” a cambio de proporcionar información y detalles sobre los desvíos de recursos públicos, con ello obtendría la figura de “testigo colaborador” y ahora sería ella quien señalaría a quienes ocuparon posiciones más altas que la de ella.
Es claro que quiere neutralizar las declaraciones de Zebadúa, pero además Rosario Robles imputaría a los que le ordenaron y se beneficiaron del dinero público que se obtenía por medio de la triangulación con universidades públicas e institutos estatales. Y quienes están directamente vinculados no son otros sino Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto.
Y aquí está lo interesante, a más de un año de encierro y a pesar de las presiones de las autoridades, Rosario Robles decidió hablar y soltar información comprometedora. Si dice todo lo que presuntamente sabe sobre la Estafa Maestra y sobre la corrupción del pasado gobierno, sus declaraciones únicamente podrían apuntar hacia la máxima figura de Enrique Peña Nieto.
Desde el inicio de su detención afirmó que ella no sabía nada, que nada tenía que decir y que no podría colaborar con las autoridades como lo hizo Emilio Lozoya.
Finalmente la presión o un acuerdo implícito la hizo cooperar y ahora dirá la “verdad”. ¿Cuál verdad? ¿La que inculpa exclusivamente a Videgaray y a Peña Nieto? ¿O la verdad en la que ella también está enlodada junto con Zebadúa y todos los demás colaboradores? A estas alturas, ¿qué es la verdad? ¿Podemos distinguirla? ¿Acaso conocerla? El resultado será claro: esa colaboradora la que abandonaron y traicionaron por quienes le juraron apoyo, hoy está dispuesta a delatarlos. Ya veremos qué tiene que decir y si es cierto que va a inculpar hasta el mismo expresidente Peña.