¿Puede Trump posponer las elecciones del 2020?

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El presidente de EEUU, Donald Trump, ha intensificado su ofensiva contra el voto por correo. Incluso ha cuestionado si se deben aplazar las elecciones presidenciales hasta que la gente pueda votar de forma “adecuada, segura y sin peligro”. ¿Podrá el mandatario estadounidense aplazar las elecciones por primera vez en más de 150 años?

Según el político, existe el peligro de que el 3 de noviembre se cometa un fraude electoral a gran escala en caso de que se usen papeletas de voto por correo. Esta práctica puede hacer que las elecciones presidenciales del 2020 sean las “más inexactas y fraudulentas en la historia” de EEUU.

Los partidarios de las boletas de voto por correo defienden que los riesgos de fraude son mínimos y han desestimado las preocupaciones de Trump calificándolas de infundadas. En junio, Harvey Schantz, profesor de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Nueva York, que en teoría las boletas enviados por correo pueden tener un buen efecto, ya que facilitan el voto de la gente y por lo tanto aumentan la participación. Sin embargo, subrayó que, en una carrera tensa, comprobar su validez podría ser una tarea más difícil de lo que se cree. Por ello, es crucial supervisar adecuadamente el voto por correo para hacer frente a cualquier sospecha de fraude. 

A su vez, los adversarios de esta práctica han advertido sobre numerosos problemas potenciales con la votación por correo basándose en los resultados de elecciones anteriores: desde unos votos “perdidos” hasta unas boletas rechazadas por haber llegado tarde, pero sin culpa del votante. Una investigación el think tank conservador The Heritage Foundation señaló otros problemas: la falta de supervisión por parte de los funcionarios electorales, lo que, según afirmó, hacía “más fácil robar, falsificar o alterar” las papeletas, “así como intimidar a los votantes”.

Esta ofensiva de Trump sobre la votación por correo no es nueva. En mayo, el presidente estadounidense amenazó con retirar fondos de Michigan y Nevada después de que estos estados anunciasen planes para enviar por correo boletas de ausencia a los votantes para las elecciones estatales y federales.

¿Puede Trump retrasar legalmente las elecciones?

Teóricamente, el Congreso de EEUU tiene la capacidad de adelantar o retrasar las elecciones presidenciales. Pero hacerlo requeriría la aprobación tanto de la Cámara de Representantes (actualmente controlada por los demócratas) como del Senado (controlado por los republicanos, muchos de los cuales han apoyado esta práctica de votación). 

Este retraso podrá implementarse solo introduciendo una nueva enmienda constitucional, que requeriría el apoyo de dos tercios de los congresistas en ambas cámaras, o alcanzando una convención constitucional convocada por dos tercios de las legislaturas estatales, seguida de la aprobación de la enmienda por tres cuartos de esas mismas. 

Incluso si Trump y el Congreso milagrosamente llegan a posponer las elecciones presidenciales, la 20ª enmienda a la Constitución de EEUU establece una fecha clara en la que finaliza el mandato presidencial: las 12:00 del mediodía del 20 de enero. Después de este día, según las reglas de sucesión presidencial, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, o el miembro de mayor antigüedad del partido mayoritario en el Senado, sustituiría a Trump en su puesto. En el segundo caso podría ser el senador republicano de Iowa Chuck Grassley, de 86 años, o el senador demócrata de Vermont Patrick Leahy, de 80 años.

Al mismo tiempo, incluso en caso de que la pandemia de coronavirus empeorase hasta tal punto de que algunos estados opten por cancelar las elecciones, los legisladores estatales podrían votar para elegir al candidato que ganará en su estado. Sin embargo, esto ocurrió por última vez en 1860 en el estado de Carolina del Sur. 

Este retraso podrá implementarse solo introduciendo una nueva enmienda constitucional, que requeriría el apoyo de dos tercios de los congresistas en ambas cámaras, o alcanzando una convención constitucional convocada por dos tercios de las legislaturas estatales, seguida de la aprobación de la enmienda por tres cuartos de esas mismas. 

Incluso si Trump y el Congreso milagrosamente llegan a posponer las elecciones presidenciales, la 20ª enmienda a la Constitución de EEUU establece una fecha clara en la que finaliza el mandato presidencial: las 12:00 del mediodía del 20 de enero. Después de este día, según las reglas de sucesión presidencial, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, o el miembro de mayor antigüedad del partido mayoritario en el Senado, sustituiría a Trump en su puesto. En el segundo caso podría ser el senador republicano de Iowa Chuck Grassley, de 86 años, o el senador demócrata de Vermont Patrick Leahy, de 80 años.

Al mismo tiempo, incluso en caso de que la pandemia de coronavirus empeorase hasta tal punto de que algunos estados opten por cancelar las elecciones, los legisladores estatales podrían votar para elegir al candidato que ganará en su estado. Sin embargo, esto ocurrió por última vez en 1860 en el estado de Carolina del Sur. 

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