Protestan en Caloso por privatización de área verde en río Cuale

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Vecinos de la colonia El Caloso se encuentran preocupados y agraviados por la privatización de lo que dicen es un área verde, junto al río Cuale, acusan a la empresa Rivera Cuale de pretender construir ahí otra torre de condominios, y estacionamientos, incluso ya alambraron el terreno tapando el acceso público al afluente.

La tarde del pasado jueves se alarmaron ante la llegada de volteos y maquinaria, por la calle Invierno, trozaron la malla ciclónica, ingresaron hasta el lecho del río, removieron piedras, tierra y cortaron árboles, atentando contra el medio ambiente.

Daniel López, vive justo en este callejón, atrás del templo de la Asunción, narró que el arquitecto responsable de la obra le mostró los planos del proyecto, donde pretenden construir un complejo de departamentos, de cuatro pisos.

“Pretenden todavía hacer cajones de estacionamiento, hasta llegar al puente, me consta porque vi la maqueta original, me la mostró el ingeniero de Rivera Cuale, quien vino a presentarse y traía una lista con firmas de aprobación de personas que ni viven en esta cuadra, los cuales no están afectados…pero me dijo que era de carácter informativo porque todo estaba autorizado”.

La señora Araceli Caro, fue testigo del atentado al medio ambiente por los particulares: “Empezaron a cortar árboles, tirarlos en camioneta, y a sacar piedras… nosotros no firmamos nada”.

Acusaron a la coordinadora de Desarrollo Social del Ayuntamiento, Micaela Vázquez, de operar a favor de los empresarios, pues trató de convencerlos de que avalaron la obra, incluso ella recabó firmas de visto bueno pero con habitantes de otra zona.

Leobardo Marino, Socorro Aguilar que tienen viviendo ahí más de 50 años, así como otros pobladores del rumbo, incluso extranjeros residentes en la torre, manifestaron su inconformidad, advirtieron que de continuar con el proyecto cerrarán la calle para evitar el regreso de maquinaria, y pidieron el respaldo del gobierno municipal para no autorizar esta obra.

Miguel González Guerra