La propuesta de López Obrador a Kamala Harris

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La próxima visita a México de la vicepresidenta Kamala Harris será clave para la relación entre el gobierno de Joe Biden y el del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Y es que, el tema migratorio no ha dejado ser tema estratégico en la política de nuestro país vecino. 

Habíamos escrito ya en estas páginas de Tribuna, que la relación entre Estados Unidos y México en tiempos de Covid-19 iban a marcar el paso de la relación con los demócratas. Y en efecto así ha sido.  

La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos ha dado a conocer que la tasa de desempleo subió al 6.1% y que sólo se crearon 266 mil nuevos empleos. Se esperaba que en este mes se tuvieran un millón de empleos, lo que claramente no fue posible.

El mes de marzo sufrió un ajuste para quedar en 770 000 empleos de los 916 000 empleos originalmente reportados.  

El desempleo en Estados Unidos se mantiene en una cifra muy por encima de cuando inició la pandemia, hoy se ubica en 8.2 millones de desempleados. Una cifra que no ha cedido a los niveles pre-pandemia que se ubicaba en 5.7 millones de desempleados.

Este dato debe ir acompañado por los proporcionados por el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza en el que indica que con la llegada del gobierno de Biden la migración se incrementó. En enero se mantuvo un flujo de 78 mil 424 migrantes, y para febrero ya se registraban 100 441 migrantes. 

Para marzo, según el Departamento de Seguridad Interior, la migración incrementó un 70 por ciento respecto de los números registrados en el mes anterior. 

Uno de los datos más dramáticos consiste en que en marzo han llegado a la frontera 18 mil 890 niños que llegaron solos.

Es decir, que es muy probable, que para finales de 2021 el flujo de migración puede estar alcanzando niveles de 1 millón 200 mil personas que serán una presión significativa para la recuperación económica, especialmente en el tema de los empleos. Y es que, como es bien sabido, los migrantes aceptan salarios muy bajos, lo que permite que la economía americana no pueda arrancar con la fuerza que necesita en su conjunto para enfrentar la crisis actual.

A esto hay que sumarle que, durante este año, agencias internacionales han denunciado la creación de nuevos campos migratorios en la frontera con Estados Unidos y México, los mismos se instalan en los puentes fronterizos, y los campamentos cada uno de ellos puede llegar a albergar hasta 2 000 personas. 

Estos campos se han establecido en ciudades muy inseguras como Tijuana, Matamoros y Reynosa, los migrantes tienen que vivir entre vejaciones, secuestros y asaltos mientras esperan respuestas de la nueva política migratoria de Biden que aún no ha sido definida con claridad. 

El problema se vuelve cada vez más complejo, y es que también habría que agregar las caravanas migrantes, que en enero de este año se reactivaron en San Pedro Sula, Honduras, aunque fue detenida y desarticulada por el gobierno guatemalteco con un operativo de contención en la frontera entre Suchiate y Tecún Umán. 

Es claro que estaremos viviendo un nuevo tipo de fenómenos sociales en donde se calcula que cada caravana puede ser conformada por al menos 3 mil personas, lo que ha llevado a generar una estrategia policiaco militar de los gobiernos de Centroamérica, México y Estados Unidos que empieza a preocupar a diversos grupos de derechos humanos.

La economía de Estados Unidos, según el Departamento de Comercio, logró crecer a una tasa anual del 6.4% en el primer trimestre de este año, con un ligero incremento en la inflación del 3.5%. El impulso del programa de Biden que combina la intervención por parte del Estado en ciertas áreas de la economía están marcando el nuevo ciclo que parece estar abriéndose camino.

López Obrador no es ajeno a los problemas derivados de la pandemia de COVID-19 ni mucho menos de la crisis económica. Su propuesta de recuperación económica a partir de transferencias a los sectores más pobres ha evitado en mucho el desplome del mercado interno, así como el estimulo a una migración masiva. 

La propuesta de López Obrador de la creación de empleos temporales que pueda ser guiada por Washington, a partir de un programa de reforestación con impactos en las necesidades de cumplir el Acuerdo de Paris, puede ser una puerta de salida a la coyuntura actual. 

Cabe recordar que estos procesos de integración de la fuerza laboral ya eran usados en la década de los 30 en Estados Unidos a través del Nuevo Trato de Roosevelt. A la par de que se integraba a los jóvenes al Cuerpo de Conservación Civil un total de 3 millones, se desarrollaba la famosa Autoridad del Valle de Tennessee que logró llevar la electricidad a los granjeros más pobres y recuperó millones de hectáreas abandonadas para ser devueltas al cultivo con ello lograron reactivar la industria e impulsar el turismo. 

La aventura del golpismo sigue pensando que puede desestabilizar la región a partir de romper el pacto democrático en México. Esta apuesta temeraria puede resultar sumamente contraproducente para los intereses de todos los países. 

Baste ver nada más los efectos que están produciendo la crisis de los opioides, en donde el crimen organizado transnacional ha podido destruir regiones enteras en México y generar una sociedad adicta con problemas en el sector de salud inéditos del otro lado del Río Bravo. 

Ante el avance de los conflictos que pueden mermar a ambos países tanto de forma regional, como desde una perspectiva mundial, y es que no puede entenderse que tanto México como Canadá y Estados Unidos aún no puedan tener los mismos datos de recuperación de China. Las estrategias que salgan de la reunión de junio, justo después de las elecciones intermedias y preparando el terreno para la revocación de mandato a la par del juicio a expresidentes, serán fundamentales para fortalecer la economía. La política va de ello.