A 3 años del primer caso de Covid en México, ¿Cómo vamos?
Este lunes 27 de febrero se cumplen tres años desde que se confirmó el primer caso de Covid-19 en México y, a pesar de todo lo que la pandemia ha dejado en el mundo, en nuestro país pocas cosas han cambiado en el modelo de salud.
El 27 de febrero del 2020, la Secretaría de Salud del Gobierno Federal informó sobre el primer caso positivo del nuevo coronavirus. Se trataba de un joven que había viajado a Italia, que para ese momento vivía una severa crisis de enfermos y muertes.
Con el paso de los días, Sinaloa, la Ciudad de México y Jalisco, fueron los estados donde se registraron más casos.
Sin embargo, meses antes, en septiembre del 2019, el Gobierno Federal había anunciado un programa de contratación de médicos, para aumentar la cantidad de galenos por cada mil habitantes. El sistema de salud de México estaba en crisis y la pandemia, minimizada por el presidente López Obrador y sus funcionarios, dejó en evidencia las carencias de los nosocomios públicos.
La ‘cifra negra’ y el ‘escenario catastrófico’ de López-Gatell
Las primeras declaraciones de quien se convirtió en el ‘vocero oficial de la pandemia‘, Hugo López-Gatell, hablaban de un ‘escenario catastrófico’ de 60 mil muertos. Muy pronto llegó ese escenario y, como práctica recurrente del actual régimen, se culpó a los gobiernos pasados y a los medios de comunicación por el fracaso en la estrategia de contención del virus.
Según los datos de la Secretaría de Salud, hasta el corte del 26 de febrero del 2023, la cantidad de decesos a causa del Covid-19 casi alcanza los 333 mil, es decir, 650% por encima del ‘escenario catastrófico‘ previsto por el experto López-Gatell. Estos son datos oficiales, sin contar las decenas de miles de muertos por Covid que no fueron reportados, porque no se atendieron en hospitales.
Citando las palabras del propio @HLGatell, esta es una catástrofe sanitaria: hoy hemos rebasado las 60 mil defunciones. El “escenario catastrófico” al que se refirió el 4 de mayo pasado ya se cumplió y apenas vamos a la mitad. Hoy López Gatell ni siquiera estuvo para dar la cara. pic.twitter.com/SAViU4QFBD
— Paul Cortez (@paulcortez) August 23, 2020
Según el INEGI, entre 2020 y 2022 hubo un exceso de mortalidad de más de 650 mil personas, de las cuales más de 315 mil murieron solo en 2020. La llamada ‘cifra negra‘ de muertes por el nuevo coronavirus no se hará oficial en ningún momento.
Con estos números, México es la quinta nación en todo el planeta con más decesos a causa de la pandemia, solo detrás de Estados Unidos, Brasil, India y Rusia, aunque con el agravante de que estos cuatro países están dentro del top-5 de naciones más pobladas del mundo, mientras que México es décimo en este rubro.
La orfandad, invisible para la autoridad
Otro problema que se agravó durante estos tres años, es la de los menores de edad que se quedaron en la orfandad, debido a que sus cuidadores, padres, madres, abuelos, parientes sanguíneos o tutores, perdieron la vida durante la pandemia.
Según datos del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, alrededor de 170 mil menores se quedaron sin sus cuidadores durante la pandemia, mientras que 158 mil se quedaron sin papá, mamá o ambos.
#Salud | ?Un informe realizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado reveló que México es el país de América con más niños y niñas en situación de orfandad debido a la pandemia de #covid-19. Conoce más? https://t.co/ZwTnFdfloD pic.twitter.com/28DBLnY0Cg
— Asuntos Internacionales | Movimiento Ciudadano (@SAIMovMX) November 2, 2021
Estas cifras colocan a México como el tercer lugar con mayor orfandad dentro de los 10 países con más muertes por Covid-19 y, hasta hoy, no hay ningún programa de apoyo federal para estas situaciones extraordinarias, causadas por el déficit de atención hospitalaria, la negligencia gubernamental y las precarias situaciones que se viven en más de la mitad de las familias mexicanas.
Los médicos cubanos y la ‘Patria’, otro fracaso federal
Durante el primer bimestre del 2021, a un año de que se declarara la emergencia sanitaria a nivel global, México inició con la aplicación de vacunas para los sectores vulnerables. Pfizer, AstraZeneca, Sputnik y CanSino, todas destinadas a proteger a la gente.
Mientras estas jornadas ocurrían, el presidente López Obrador anunció ‘Patria‘, la vacuna mexicana que ayudaría en las labores de protección. Hoy, 3 años después del primer caso en el país, ‘Patria’ todavía no está lista.
En abril del 2021, el presidente, fiel a su costumbre y ‘envalentonado’ por estar rodeado de sus voceros expertos, aseguró que ‘Patria’ comenzaría a distribuirse y aplicarse a finales de ese año, sin embargo, no se cumplieron los plazos.
Hemos invertido 150 millones de pesos en el desarrollo de la vacuna “Patria” contra el #COVID19, que podría estar lista para su uso a finales de 2021.
Representa la autosuficiencia, la salud es un derecho fundamental para todas y todos los mexicanos. pic.twitter.com/wJNOUI2hJY
— Gobierno de México (@GobiernoMX) April 13, 2021
Expertos en la materia indicaron, desde que se hizo este anuncio, que la vacuna no estaría lista y prefirieron no involucrarse con esta intentona de AMLO de calmar los ánimos, ya que ‘la política no se debía mezclar con la ciencia’.
Las vacunas internacionales hicieron efecto; los casos de Covid-19 dejaron cada vez menos muertes y quitaron la saturación en los hospitales, pero, una vez librada la parte más compleja de la pandemia, el Sistema de Salud Mexicano volvió a su cruel realidad: no tiene instalaciones dignas, especialistas ni médicos de primera respuesta.
¿Cómo lo ‘arregló’ el presidente? Anunció un convenio de colaboración con Cuba, país que enviaría 500 médicos a nuestro país para que laboren en diferentes centros de salud y hospitales de primer nivel.
Sin embargo, casi un año después del anuncio, apenas han llegado a México 352 especialistas de la salud, que no están distribuidos en las 32 entidades y cuyo trabajo, hasta ahora, no ha fortalecido la atención primaria.
Los datos finales
3 años después del primer caso de Covid-19 en México se traducen en 7 millones 450 mil contagios, 333 mil defunciones, 170 mil menores en orfandad, estampitas religiosas para evitar el contagio, que no sirvieron, pues AMLO se ha contagiado dos veces, una campaña a favor de López-Gatell desde Palacio Nacional y el último clavo en el ataúd del sistema de salud, que no es ni Insabi, ni IMSS-Bienestar, ni nórdico, ni eficiente, ni suficiente.