PREVENCIÓN ANTE TODO: “Huérfanos de la violencia”

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Puerto Vallarta.- La ola de violencia en el país, nos está dejando miedo e incertidumbre social a su paso, además de un número elevado de NNyA (niños, niñas y adolescentes) en la orfandad.

Las familias rotas, familias fragmentadas en la que queda una huella imborrable, en la que los factores de riesgo se incrementan. ¿Quién vela por estos niños, niñas y adolescentes?

La vulnerabilidad, lo incierto de su futuro, son solo algunos de los ingredientes que van a su sombra, una vez que la familia se desintegra por la muerte de alguno de los padres o la de ambos, estos niños y niñas usualmente van a vivir con algún familiar o el Estado se hace cargo de ellos, el riesgo es que, si no reciben una adecuada canalización y atención a través de apoyo psicológico, habilidades para la vida, un entorno saludable, es complicado que logren integrarse de una forma sana a la sociedad y es así como vamos acumulando riesgos por la vida.

Cada vez el riesgo es mayor, sobre todo si los estamos invisibilizando y no tenemos certeza de donde y como están estos NNyA. Según el informe de Unicef, en México hay 1.6 millones de menores de edad huérfanos a causa del fallecimiento de sus padres, por la migración o el abatimiento por el crimen organizado, pero no hay certeza en la cifra, toda vez que no existe un registro nacional de estas víctimas secundarias del delito y la violencia.

Esta semana pasada, la nota que sacudió a México fueron las imágenes captadas de los niños y adolescentes que se armaron de rifles y marcharon en Chilapa, Guerrero (que no es algo nuevo) y esto surge por el asesinato de diez personas que habían sido contratados para apoyar a un grupo musical. Estos niños y adolescentes fueron reclutados para capacitarlos en técnicas de autodefensas, por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

Estas acciones conmocionaron al país, pero no fue ni ha sido la primera vez que esto sucede, miles de niños son usados no solo por las autodefensas sino incluso por el crimen organizado.

Por otro lado, a inicio de año se estuvieron compartiendo cifras acerca de los huérfanos del feminicidio, que también nos confronta de forma dolorosa con este problema de violencia en el país, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero de 2015 a mayo de 2019 se registraron 3 mil 17 feminicidios, de los cuales alrededor de 2 mil víctimas tenían más de 18 años, lo que significa que pudieron estar en edad reproductiva y haber sido madres de familia, lo que asusta es que ni siquiera la Ley General de Víctimas logra  “abrazar” y proteger a estas víctimas, ni se les brinda lo mínimo que es la atención psicológica y el acceso a la educación, esto por el desconocimiento real de la cifra, no se les pone nombre ni rostro.

La obligación de nosotros como ciudadanos mexicanos, como sociedad, estamos obligados a proteger a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, debemos protegerle en todos los sentidos, es nuestra responsabilidad poder ofrecer certeza en su vida, seguridad, paz, amor, armonía, solo por mencionar algo de todo lo que se merecen.

Debemos sumarnos a las prácticas que nos ayuden a salvaguardar a la niñez de nuestro país. La prevención es nuestro mejor aliado.

Marisol Madero Plascencia

Criminóloga

marisol_madero@hotmail.com