Presos elaboran monumental árbol navideño con material reciclado

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Grata sorpresa ha causado a todos los que transitan por la carretera Ixtapa-Las Palmas, observar el monumental árbol navideño que instalaron en el exterior del Reclusorio de Puerto Vallarta. 

Este árbol mide 16 metros de alto por 30 de circunferencia, incluso hay quienes se detienen para tomarse la foto del recuerdo, lo más significativo es, porque fue elaborado por las personas privadas de su libertad, con material de reciclado y con 9,500 luces led. 

El director de este centro penitenciario, ubicado al norte de la ciudad, maestro Jorge Eduardo Diaz Santana Vázquez, con satisfacción indicó que este tipo de actividades demuestran que siguen trabajando en el programa de la “Segunda Oportunidad”.

Explicó esto surgió cuando un interno realizó un pino, con mil botellas de plástico recicladas, que se instaló en la terraza interior de visitas: 

“Fue algo muy bonito, los motivamos, platicamos con ellos y lo quisimos hacer más grande”.

Así fue cómo armaron el que se levantó en el exterior, con 4 mil botellas: 

“Fue muy emotivo, porque participaron muchos internos, tuvimos el apoyo de la recicladora que trabaja en este centro, nos facilitaron las botellas, mismas que después de navidad volverán a su proceso normal de reciclado”, subrayó.

El licenciado Diaz Santana Vázquez, compartió que, “Fue muy motivante también, cuando les platicamos a quienes lo realizaron, que la gente se está parando a tomarse fotografías, lo que los hace sentir bien”.

Puntualizó también es el reflejo de lo que se vive adentro, “Donde apostamos a las segundas oportunidades, y esto es una manera de ocuparlos, motivarlos… y con las festividades se siente el ambiente navideño”.

Actualmente dentro de sus enormes paredes se encuentra 561 internos; 40 mujeres y 521 hombres, quienes también celebran Navidad:

“Tenemos la proyección de películas, en lo particular por cada módulo hay posadas, con piñatas, bolos, pastel, además que los visita su familia”.

Para nochebuena y fin de año les preparan una cena especial, que los presos la esperan con gran emoción.

Miguel González Guerra