Preocupa a vecinos que concluyan mal “el Arroyo del Indio”

0
277

La obra del parque lineal del Arroyo del Indio, en Bucerías, ya está en su recta final, de acuerdo al proyecto debe concluir el 30 de mayo, aunque representantes de la SEDATU, Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, anunciaron que pudieran concluir a mediados de junio.

Lejos de ser motivo de alegría para los pobladores de esta zona, estos se encuentran muy preocupados, por las inminentes inundaciones que sufrirán sus viviendas, al no dejar suficientes bocas de tormentas y tapar las salidas de vialidades, varias de esas calles aún de tierra sin concreto.

El señor Emilio Torres Palomares, vecino denunció que el tubo que están metiendo es apenas de 8 pulgadas, “no se me hace viable, deben ser dos u otro más grueso, porque es muchísima agua y se va a tapar con la primer tormenta”, recomendó.

Advirtió que ellos han vivido ahí siempre y saben que cuando menos acuerdan crece el arroyo, con gran fuerza.

Esta obra de infraestructura urbana y rescate de espacios públicos, se realiza con recursos del gobierno federal, con inversión de 75 millones de pesos, pero la constructora contratada y la SEDATU han hecho oídos sordos a las advertencias de los vecinos. 

Además de las salidas de agua, han señalado que tampoco dejaron puentes peatonales, y los vados retirados y reducidos, incluso señalan que aún no se inaugura y ya se están destapando las cajas areneras soltándose las piedras, entre otros desperfectos. 

La maestra Blanca Yaneth Torres Chavarín, vive en esta ribera, donde también tiene una tienda de abarrotes, ha palpado la molestia de sus vecinos, pues han hecho lo mismo en todas las calles que cruzan por el Arroyo del Indio, explicó ellos han tenido que buscar a los ingenieros encargados de la obra buscando solución, pero no ha sido satisfactorio. 

Reiteró que esos tubos, que van de las alcantarillas al arroyo, no  darán abasto al gran caudal de agua que baja en las lluvias por la calle Pino Suárez.

Por ejemplo, donde desembocan las corrientes de varias colonias, y según por el desnivel no era necesario hacer la boca de tormenta, pero ellos desconocen el nivel que sube el agua y que se agravará al haberles tapado su cauce. 

La respuesta que les dan es: “Así viene el proyecto y no se puede modificar nada”, recordó con impotencia la señora Blanca, quien dijo ya no saber con quien dirigirse, pues los traen de un lado a otro, sin obtener solución.

Miguel González Guerra